Jordi Cruyff se sincera sobre la enfermedad de su hija: “Fue el momento más duro de mi vida”
Jordi Cruyff desvela el momento más complicado de toda su vida
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Jordi Cruyff atendió a una de las entrevistas más personales que ha concedido en los últimos tiempos para hablar de su vida personal, de su padre y de su hija entre otras cosas en el conocido podcast británico Stick to Football, donde repasó no solo su trayectoria profesional sino, sobre todo, el impacto que tuvo en él la enfermedad de su hija Danae. Esta noticia fue un antes y un después en su vida y en su carrera.
El exjugador y exdirector deportivo del FC Barcelona, conocido tanto por su propia carrera en el mundo del fútbol como por ser hijo de Johan Cruyff, vivió uno de los momentos más complicados de toda su vida cuando le comunicaron que su hija padecía cáncer. Jordi no ocultó que aquel momento fue especialmente duro: “Crees que el fútbol lo es todo hasta que la vida te da una bofetada de realidad. La enfermedad de mi hija me cambió la vida”, explicó con total sinceridad.
Las palabras de Jordi Cruyff sobre la situación de su hija Danae
Cruyff contó cómo la noticia le obligó a priorizar diferentes temas en su vida. Tras ganar LALIGA EA Sports como director deportivo en la temporada 2022-23, estaba listo para continuar su camino profesional, incluso valorando ofertas para entrenar en Europa, pero el diagnóstico de Danae lo cambió todo. Como él mismo reconoció: “Ha sido lo más difícil de mi vida. Pensé en mi padre, que murió de cáncer, y no encontraba paz. Pero un día entiendes que no puedes estar enfadado, porque ella está aquí… y otros padres no pueden decir lo mismo”.
En el mismo podcast, Danae también intervino para compartir su vivencia: “Tuve que aprender a caminar de nuevo tras mi trasplante, con metal y tornillos en mi pierna. Yo iba paso a paso y mi padre lo vivía con mucho estrés”, contó con sinceridad.
Jordi explicó que, además de los tratamientos, operaciones y rehabilitación, fueron los pequeños gestos y el humor familiar los que les ayudaron a mantener la esperanza. “Fue duro. Mi hija vomitaba cada quince minutos y aun así la empujaba a seguir. Mi batalla era mi hija”, terminó confesando.
“La enfermedad de mi hija me cambió la vida”, repitió con seguridad, dejando claro que su perspectiva sobre el fútbol, la familia y sus prioridades quedaron para siempre transformadas en algo muy diferente.
