De ser el Kia más feo a convertirse en el más bonito

El Kia Stonic ha experimentado una transformación estética que lo ha llevado a pasar de ser uno de los modelos más discretos de la marca a convertirse en una de sus propuestas más atractivas. Este cambio responde a una evolución profunda en el diseño exterior, que adapta el lenguaje visual más actual de Kia a un formato urbano y compacto. La revisión del modelo no solo mejora su presencia visual, sino que lo posiciona con mayor solidez dentro del competitivo segmento de los SUV pequeños.

El rediseño del frontal ha sido clave en esta evolución. La incorporación de una parrilla más estilizada, combinada con ópticas LED de nueva firma luminosa, aporta una mirada más decidida. El paragolpes frontal también gana presencia, con líneas marcadas y elementos que refuerzan el carácter SUV. En el lateral, las proporciones se han afinado y las nuevas llantas contribuyen a una imagen más dinámica. En la zaga, los pilotos rediseñados y detalles cromáticos elevan el conjunto, dotándolo de una estética más madura y equilibrada.

En el habitáculo, el Stonic también ha ganado en refinamiento. El salpicadero presenta una disposición más horizontal y limpia, con una pantalla central que organiza las funciones multimedia y de conectividad de forma clara. Los materiales utilizados, sin alcanzar el nivel de segmentos superiores, muestran una mejora evidente en texturas y ajustes. La habitabilidad se mantiene correcta para su tamaño, con una segunda fila adecuada para uso urbano y un maletero que ofrece una capacidad funcional para el día a día.

De discreto a destacado en la gama Kia

Por otro lado, la oferta mecánica del Stonic continúa orientada a la eficiencia. Con opciones que incluyen motorizaciones de gasolina y versiones con hibridación ligera, el modelo garantiza consumos contenidos y un comportamiento suave en ciudad. El chasis, ágil y bien equilibrado, aporta un buen compromiso entre confort y estabilidad, especialmente en entornos urbanos.

Lo destacable en este caso es que la evolución del Stonic no ha sido superficial. El modelo ha ganado personalidad y presencia, hasta el punto de situarse como uno de los vehículos más logrados visualmente dentro del catálogo de Kia. Esta transformación refleja el giro de la marca hacia un diseño más emocional y reconocible, sin abandonar la practicidad que caracteriza a este tipo de vehículos. En consecuencia, el Stonic ha dejado atrás su imagen anterior para consolidarse como uno de los modelos más atractivos de su categoría.