Análisis

Master Lemon: The Quest for Iceland, pixel con alma desde Brasil

Periodista. Músico. Padre. Gamer.

Master Lemon: The Quest for Iceland
El pixel art de Master Lemon es realmente adorable. Pepita Digital
Compartir

Master Lemon: The Quest for Iceland es el primer juego del estudio brasileño Pepita Digital y resulta una carta de amor a la amistad, a la memoria y al lenguaje como herramienta de conexión humana. Inspirado en la historia real de André Lima, un joven poliglota brasileño que falleció en un accidente en Islandia mientras perseguía su sueño, el juego es una emotiva oda realizada por su amigo Julio Santi, fundador del estudio.

Esta sentida elegía en formato videojuego se convierte en una obra interactiva rica, creativa y profundamente original, que explora temas como el duelo, la preservación cultural y la diversidad lingüística. Julio Santi nos envió una copia de su juego para que lo analizásemos, y ha resultado ser un maravilloso regalo que os queremos compartir.

PUEDE INTERESARTE

Un homenaje jugable

En el juego nos ponemos en la piel de Limão (Lemon), un joven que es transportado a un mundo mágico (las Islas Bashires) justo cuando se embarcaba rumbo a Islandia. Estas islas están siendo consumidas por una neblina oscura que borra recuerdos y, con ellos, idiomas enteros. Como portador de luz, Lemon es el único capaz de detener esta amenaza y preservar el patrimonio lingüístico de la humanidad. Su arma: las palabras.

PUEDE INTERESARTE

Aquí no salvamos al mundo a base de espadazos ni con disparos espectaculares. Salvamos el mundo hablando. Literalmente.

El juego utiliza un sistema de aprendizaje de idiomas que convierte palabras en hechizos y habilidades. Cada término aprendido (en más de 25 idiomas reales) tiene un efecto en la jugabilidad: desde despejar la niebla con Ratljóst (palabra islandesa que significa “luz radiante”) hasta combinar objetos con la encantadora Gambiarra, un término muy brasileño que define esa capacidad de improvisar soluciones con lo que se tiene a mano.

Este enfoque convierte la historia en una experiencia educativa sin dejar de ser emocional. Aprendemos palabras, sí, pero también culturas, acentos y formas de ver el mundo. Es un viaje que conecta al jugador con la idea de que el lenguaje no es solo herramienta, sino también identidad.

PUEDE INTERESARTE

Jugabilidad entre el lenguaje y la memoria

Master Lemon se presenta como un juego de aventuras top-down con toques de puzles y exploración narrativa. Si bien su estructura recuerda a clásicos del género como The Legend of Zelda: A Link to the Past, lo cierto es que su diseño gira en torno a la adquisición y uso de palabras.

Master Lemon: The Quest for Iceland

Cada isla tiene su propio idioma dominante y mecánicas que obligan al jugador a interactuar con NPCs en diferentes lenguas: aprender idiomas aquí es vital para avanzar, y escuchar cada palabra pronunciada con su acento nativo ayuda a forjar un vínculo cultural.

El juego tiene una duración de entre 4 a 6 horas, dependiendo del ritmo del jugador. Aunque breve, la aventura está plagada de secretos, misiones secundarias y momentos memorables. Hay backtracking a medida que desbloqueamos nuevas palabras que nos permiten acceder a zonas antes inaccesibles, un recurso que añade capas de profundidad a su estructura.

Un pixel art que brilla con alma

Visualmente, el juego es un canto a la nostalgia. El pixel art está lleno de mimo, con escenarios vibrantes que reflejan las distintas culturas representadas en las islas. Desde desiertos y montañas hasta aulas de clase, hay una variedad notable en los paisajes, todos llenos de detalles curiosos y elementos interactivos. La estética retro tiene movimiento, expresividad y coherencia visual.

Las cinemáticas animadas en pixel art destacan por su calidad y dirección. Son momentos clave de la narrativa, utilizados con maestría para subrayar giros emocionales y ofrecer homenaje a momentos importantes de la vida real de André Lima. Además, el juego cuenta con doblaje en varias escenas.

Master Lemon: The Quest for Iceland

La música de Master Lemon es discreta, atmosférica y cuidadosamente compuesta. Cada isla cuenta con su propio paisaje sonoro, con temas que no buscan imponerse, sino acompañar. Este enfoque minimalista refuerza la inmersión y permite que los momentos narrativos respiren con naturalidad.

Sin embargo, el aspecto más interesante del sonido no está en la música, sino en la manera en que se tratan las palabras. Cada término nuevo aprendido es pronunciado por hablantes nativos, un trabajado de documentación y recopilación de voces que se agradece enormemente. Aprender se convierte en algo íntimo y profundamente humano.

Una experiencia que trasciende lo lúdico

Pepita Digital logra con Master Lemon un debut que no solo funciona como videojuego, sino como proyecto cultural. El equipo de apenas 20 personas, siete de ellas dedicadas al desarrollo, demuestra una sensibilidad poco común en la industria. El juego ya ha recibido una decena de premios internacionales, incluyendo los NYX Game Awards y el Games For Change Latin America.

Su impacto va más allá de los mandos. Se trata de un homenaje sincero, hecho con amor y honestidad, que utiliza el medio interactivo para hablar del dolor, la pérdida y la posibilidad de convertir el luto en legado. Master Lemon es uno de esos títulos con alma que se queda con nosotros mucho después de los créditos finales.

Master Lemon: The Quest for Iceland

Conclusiones de Master Lemon

Master Lemon: The Quest for Iceland es una carta de amor, una clase de idiomas, una aventura mágica y una cápsula de memoria hecha con píxeles y corazón. Una propuesta valiente que arriesga al salirse de los moldes habituales, y que triunfa al tocar lo más profundo del jugador. Pese a algunos fallos técnicos y limitaciones propias de un estudio debutante, estamos ante una experiencia imprescindible para quienes buscan historias con alma y sentido.

Plataforma: PC

Lo mejor:

  • Uso innovador del lenguaje como mecánica jugable
  • Estética pixel art vibrante y detallada
  • Narrativa emocional respaldada por el doblaje y las cinemáticas

Lo peor:

  • Nos hemos encontrado con algunos bugs al final del juego
  • Duración limitada si no se explora a fondo: puede saber a poco.
Valoración 82/100