[Review] El Ministerio del Tiempo 2x13: Cambio de Tiempo

Hoy ha sido un lunes especial. Tras un fin de semana marcado y dominado por el fútbol, y mientras hoy tanto en el norte como en el sur celebran los títulos cosechados hasta la fecha, otros tenemos una cita pendiente con el destino, ya que este es el último lunes (de momento, y toquemos madera) de El Ministerio del Tiempo. Un capítulo muy esperado y del cual esperábamos recuperar el magnifico nivel de la serie, que se había visto algo lastrado en el bodorrio del siglo.

Y desde luego comenzaba bien el capítulo, con un impresionante plano desde las playas de Plymouth en Inglaterra en 1588, con una arrasada Armada Invencible. Un hecho que desembocará lo sucedido en el capítulo de hoy, dado que el Rey Felipe II, al conocer tal desastre, decidirá hacer uso propio de las puertas del Ministerio del Tiempo para cambiar la historia y asegurarse la victoria de la Armada, algo prohibido por Isabel la Católica cuando fundó el Ministerio. Sin embargo las desgracias no vienen solas, y nuestros agentes son enviados a 1809 a rescatar a Agustín de Argüelles, uno de los padres fundadores de la España que conocemos hoy día, al participar en la redacción de la Constitución de 1812, quien se ha alistado en el ejercito para combatir a las tropas de Napoleón, y cuya vida corre ahora grave peligro.

Con Argüelles llevado junto a Jovellanos a Sevilla, ciudad libre de franceses, como dicta la historia. El regreso de Alonso, Amelia y Julían no va a ser tan placentero como se espera. En un giro bestial de acontecimientos, el mismísimo Felipe II accede a través de una de las puertas del Ministerio del Tiempo al presente, dónde no solo es conocedor del destino que sufrió su Armada, si no de otros muchos acontecimientos de nuestra historia que fueron acabando con el Gran Imperio Español. De nuevo en el presente, serán testigos de una España sin Constitución, en la cual las mujeres vuelven a recaer a un segundísimo segundo plano y dónde la disciplina y el orden es la ley fundamental.

En ausencia de los agentes, Felipe II acaba con la vida de Salvador, su mayor amenaza en su plan de recuperar la gloria de España. Una España gobernante ahora en medio mundo, y aun poseedora de los grandes reinos. Un rey todopoderoso y único que gobierna en todas las épocas de nuestra historia, cambiándola a su antojo para asegurarse siempre el poder. Una España sin libertad, sin democracia, todos súbditos del Rey y de la Santa Inquisición que aun sigue causando estragos en nuestro presente. Y un presente, dónde Elena, ahora espera un hijo de Alonso y no le ha abandonado al enterarse de su extraña verdad, y dónde Maite, la esposa de Julián, aun sigue con vida... lo que parece caer en gracia en nuestros agentes masculinos.

Sin embargo Alonso y Julián pronto serán conscientes del peligro del cambio. Un cambio que ha producido que sus mujeres, aquellas que son lo único por lo que merecería la pena mantener la linea temporal, son muy distintas a aquellas que recordaban: sumisas, y felices de serlo. Y un servilismo demencial al Rey Felipe II, el Inmortal, el elegido por Dios para vivir por siempre y asegurar el honor y la gloria del país. Toda España ha cambiado por completo. ¿Toda? No. Pues un programa poblada por irreductibles presentadores resiste todavía, Saber y Ganar, un programa que por el cual si que no pasan los años.

Tras recapacitar, Alonso y Julián deciden seguir a Amelia, la cual ha decidido viajar sola a 1588 y provocar al Rey mediante discursos en público sobre la libertad, en un mundo plagado ahora de cámaras, algo que ayuda a mantener controladas a las masas y aumentar mas si cabe sus "poderes divinos". Amelia le confiesa a un atónito Felipe II su procedencia y sus conocimientos sobre la verdadera linea temporal. Ante tal traición, es torturada para sonsacarle información sobre dicha traición, y cuales son los agentes involucrados en la misma. Mientras, en 2016, Julián se deja capturar y sufre el mismo destino que su compañera.

Pero no todo está perdido para el Ministerio del Tiempo y España. El gran héroe Alonso de Enterríos viajará a mediados de siglo XVI, cuando Felipe II era aun un niño. El momento ideal para amenazar al Rey del nuevo mundo, cuando aun es completamente indefenso, y acabar con él desembocaría en desaparecer por siempre de la historia de España, junto a su eterna gloria. Coaccionado por el momento accede a su petición de liberar a Amelia y obedecer en todo lo que ella diga, para recobrar el curso natural de nuestra historia, pues otros reyes están destinados a equivocarse del mismo modo que él. Como hombre de honor que solía ser, cumple su juramento de mantener sus errores, a pesar de la desgracia para el país que ello supone. A cambio, Amelia le promete a acabar con su larga agonía llegado el momento de su sufrida muerte.

Y así es como llegamos al final de esta espectácular segunda temporada del Ministerio del Tiempo. Un final del que todos ya hablan, y que sin duda pasará a la historia de la televisión sin que nadie pueda perpetuar en ella. Un final que han dejado por tierra a todas nuestras expectativas, que ya de por si eran altas debido al gran nivel de la serie. Y un final que nos hace desear ya con ansia su renovación por una tercera temporada. Al fin y al cabo ningún elemento de esta serie está usado al azar, y en nuestras mentes aun resalta esa frase de Pacino: "Puedes estar seguro que volveré algún día" con el que el Ministerio del Tiempo cierra momentáneamente sus puertas.