Max Verstappen y la reacción que demuestra que no es humano: “Por debajo de dos décimas es casi imposible”
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Espectacular salida del piloto neerlandés.
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Su reacción con el apagado del semáforo, inhumana.
Max Verstappen sigue corroborando que es un piloto diferencial. Más allá de sus capacidades de llevar al límite su Red Bull, el piloto neerlandés siempre muestra un detalle extra que provoca que todos los aficionados se echen las manos a la cabeza. En la salida de la carrera al sprint del Gran Premio de Sao Paulo, Verstappen lo ha vuelto a hacer. Y no es únicamente el hecho de colocarse en primera posición en la primera curva; sino el cómo.
No suele ser normal ver fuera de la pole a Verstappen. Si bien en el pasado Gran Premio de México salía tercero, no fue ningún impedimento para volver a ganar. En el trazado de Interlagos, la historia era algo parecida. El de Red Bull salía segundo en la sprint, solo por detrás del McLaren de Lando Norris. El inglés, eso sí, no lideró ni una curva: ya en la salida, Verstappen se colocó primero sin ningún tipo de problema.
Lo del tiempo de reacción de Verstappen es UNA SALVAJADA 🙌#BrasilDAZNF1 🇧🇷 pic.twitter.com/NJAjGhfoUc
— DAZN España (@DAZN_ES) November 4, 2023
Max Verstappen, un piloto inhumano
Pero el cómo Max Verstappen pasó a liderar en la primera curva tiene una intrahistoria muy salvaje. Porque a las buenas prestaciones que tiene el Red Bull para las salidas, se le debe sumar el tiempo de reacción que tiene el piloto. Y en eso, Verstappen, es un especialista.
Con 0'15 segundos de tiempo de reacción, Verstappen ha logrado una marca muy complicada de hacer. Lo decía Pedro de la Rosa en el directo de la carrera al sprint. "Esto es increíble, no lo había visto muchas veces", reconocía el español. El tiempo de reacción es superlativo, y si se compara con el de Lando Norris, más aún. El de McLaren lo hizo en un 0'29, casi el doble que Verstappen.
En definitiva, Verstappen, el ya tricampeón del mundo de Fórmula 1, tiene uno de los mejores monoplazas de toda la parrilla. De eso no hay ninguna duda. Pero tampoco es un trabajo del coche, la magia de Verstappen al volante le colocan en un selecto grupo de pilotos que podrían considerarse inhumanos.
