Xabi Alonso no negocia la intensidad en el entrenamiento de puertas abiertas del Real Madrid
El tolosarra, muy activo en la habitual sesión con público por Navidad
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Valdebebas ha vuelto a abrir sus puertas este martes para regalar a miles de aficionados del Real Madrid un entrenamiento único bajo el sol de invierno. Lo que para muchos era una mañana de fiesta y fotos, para el cuerpo técnico ha sido una sesión de trabajo real, marcada por el reencuentro de la afición con sus ídolos en un ambiente de absoluta ilusión y cercanía.
La intensidad de Xabi Alonso: ni un respiro ante el público
A ras de césped, todas las miradas apuntaban a Xabi Alonso. El técnico tolosarra, que suele mantener una compostura elegante y contenida en el banquillo durante los partidos, ha mostrado hoy su versión más pura y enérgica. Lejos de dejarse llevar por el ambiente festivo, Xabi ha dirigido la sesión con esa intensidad que tanto le caracteriza de puertas para adentro. No ha parado de corregir posiciones, pedir ritmo en la circulación y exigir ese "plus" a sus jugadores. Para él, no existen los días libres de compromiso, ni siquiera en una jornada tan familiar como este entrenamiento navideño.
La sesión ha estado diseñada para el disfrute del público. Los jugadores han realizado rondos y pequeños partidos en dimensiones reducidas, buscando siempre el gol y la jugada espectacular para animar a la grada de Valdebebas. Sin embargo, entre risas y regates, se escuchaba de fondo el silbato de Xabi Alonso, recordando a los suyos que la exigencia no se negocia.
Los verdaderos protagonistas, no obstante, han sido los más pequeños. Con las caras pintadas y cargados de pancartas hechas a mano, los niños han llenado el estadio de gritos y peticiones constantes: “¿Me firmas la camiseta?” era lo más repetido. Como era de esperar, Mbappé, Vinicius y Bellingham han sido los más aclamados, desatando la locura cada vez que se acercaban a la línea de banda. Al terminar, la plantilla al completo ha tenido el gesto de acercarse a las gradas para firmar autógrafos y hacerse fotos, cerrando una mañana donde el rigor de Xabi Alonso y el cariño de la afición han ido de la mano.
