Un repaso al año 2025 en el Santiago Bernabéu
El Big Data quita la razón al Real Madrid al quedarse con Gonzalo por delante de Endrick
El 2025 no ha sido un buen año para el Real Madrid. Lejos han quedado los registros de 2024, en el que el club de Chamartín levantó cinco trofeos. Ni el primer año completo de Kylian Mbappé, ni la llegada de Xabi Alonso y los cuatro fichajes han surtido el efecto esperado. Por delante, cinco meses para enmendar una temporada que, de momento, se está consolidando como una gris bienvenida al técnico tolosarra.
Es cierto que los deberes con los que llegó desde Leverkusen no eran fáciles, pero en el medio año que lleva en el cargo, de momento, no ha cumplido con las altísimas expectativas con las que llegó. Veamos primero la herencia que le dejó Ancelotti para hacer un repaso completo del año natural merengue.
Un cierre amargo de la era 'Ancelotti', con adiós a Modric y Lucas
El Real Madrid comenzó el año 2025 con el sueño del septete intacto. Habían ganado la Supercopa de Europa y la Intercontinental y el reto que tenían por delante, aunque era mayúsculo, era posible. Pero en el cuarto partido del mes de enero, todo se vino abajo. La dolorosa goleada por 2-5 frente al FC Barcelona en la final de la Supercopa de España truncó las esperanzas de pleno madridistas.
Y a partir de ahí, los de Hansi Flick fueron comiéndoles terreno. Los de la capital de España fueron dejándose puntos en LALIGA y sus opciones de vencer iban poco a poco reduciéndose. Mientras tanto, en Copa y en Champions, seguían avanzando rondas.
No se metieron entre los ocho primeros en la máxima competición continental, pero superaron la ronda previa con nota al golear al Manchester City en el Bernabéu. Contra el Atlético, en la siguiente fase, tuvieron que recurrir a los penaltis -y al famosísimo doble toque de Julián Álvarez- para clasificarse.

Abril, el mes 'horribilis' del Real Madrid
Sin mostrar un juego convincente, el Real Madrid se mantenía vivo en las tres competiciones que estaban en juego en abril, pero el cuarto mes del año se convirtió en una auténtica pesadilla para los de Ancelotti.
En LALIGA, la diferencia en la clasificación aumentó a 4 puntos con el Barça tras la derrota contra el Valencia en casa. En Champions, el Arsenal de Mikel Arteta pasó completamente por encima y les eliminó de la competición. Y en Copa, el Barça les arrebató otro título en la prórroga.
Los blancos habían dicho adiós a dos trofeos y en el que les quedaba un hilo de vida, lo perdieron al caer 4-3 en el último Clásico del curso, ya en el mes de mayo.
Frente a la Real Sociedad, Carlo Ancelotti y Luka Modric -además de Lucas Vázquez, aunque su marcha se hizo oficial más tarde- se despidieron del Santiago Bernabéu, dejando momentos de muchas emociones que sacaron las lágrimas al mismo Florentino Pérez en el palco. Se marchaban leyendas merengues, pero se abría una nueva etapa muy ilusionante con Xabi Alonso a los mandos.

Las altas expectativas en la llegada de Xabi Alonso
Después de brillar en el Bayer Leverkusen, Xabi Alonso parecía aterrizar en Madrid con la idea de renovar completamente al equipo. El tolosarra quería implantar una nueva forma de juego, para la cual debía convencer a todos los pesos pesados de que debían implicarse al 100%.
Alonso se estrenó en el Mundial junto a dos de los fichajes, Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold. El equipo fue de menos a más, aún sin contar con Kylian Mbappé por el proceso vírico que sufrió en Estados Unidos. El París Saint-Germain de Luis Enrique frenó con un contundente 4-0 todas las ilusiones blancas y el míster aseguró que habría cambios para la siguiente temporada.
Las siete victorias en los primeros siete encuentros parecían indicar que sí se habían producido modificaciones. Y es que aunque el juego no fuese ni mucho menos bueno, la falta de pretemporada parecía justificarlo y auguraba una mejoría.
Esta no llegaba con el paso de las semanas, sino que daba la sensación de que lo que crecían eran las dudas. Los cinco goles encajados en el Metropolitano no ayudaron. Tampoco el show de Vinicius al ser cambiado en el Clásico, cuando parece que Xabi perdió un gran pulso con el vestuario. Aun así, eran líderes de LALIGA. Y como en abril, llegó un fatídico noviembre.

Noviembre, el mes que condenó a Xabi Alonso
Xabi quedó completamente señalado en el penúltimo mes del año. No solo por resultados, que desde luego no fueron buenos, sino también por los rumores de ruptura con el vestuario y por las crecientes dudas de la directiva.
La derrota en Liverpool abrió una veda negra para el Real Madrid. Empataron en Vallecas y ante el Elche, sufrieron para ganar a Olympiakos, otros dos puntos cedidos en Girona... El runrún entre la parroquia blanca crecía y el número de señalados iba creciendo.
En diciembre, la cosa no ha mejorado. Las últimas tres victorias no han aliviado el dolor de caer en casa ante Celta y Manchester City y ahora es Vini el que parece 'divorciarse' con la afición. Todo ello con su renovación en el aire.
Y fuera del terreno de juego... ¡más jaleo!
Por si no tuvieran suficiente los madridistas con los problemas que tiene el equipo dentro del campo, a nivel extradeportivo, más y mejor.
El cambio de modelo societario es una realidad y despierta muchas dudas entre los socios, principalmente por la falta de información; el enfrentamiento con el Barça es total, después de la ruptura en el proyecto de la Superliga y las acusaciones en el caso 'Negreira'; y los conflictos con Javier Tebas y LALIGA, con la UEFA y con el estamento arbitral, siguen permanentemente dominando la actualidad.


