Los galones del Real Madrid en Champions le salvan del Stuttgart

MadridEl Real Madrid volvió a la Champions, volvió a sufrir. Partiendo como 'Rey' de Europa, los de Carlo Ancelotti demostraron lo que hay que sufrir para ganar en la máxima competición europea cuando el equipo está por debajo del nivel. Y, en esta ocasión, fue el Stuttgart quién le puso las cosas demasiado complicadas. En un partido aparentemente sencillo en el Santiago Bernabéu y con un equipo que solo contaba con la ausencia de Eder Militao para formar un once de gala, el conjunto alemán sorprendió desde el primer minuto. Con posesiones largas y recuperación en campo rival, el Real Madrid se vio superado la mitad del primer tiempo, sin apenas ideas desde primera línea y con un desorden en mediocampo que atascaba al equipo de poder buscar la portería rival. Thibaut Courtois salvó en más de una ocasión el gol de desventaja y, salvo alguna genialidad puntual de Rodrygo o Bellingham, los merengues eran incapaces de sacar un ápice del nivel que pueden llegar a tener. Y la suerte casi estuvo de su lado en los primeros 45 minutos con un penalti a Antonio Rüdiger, pero el VAR cerró esa puerta. Con el Bernabéu silbando a sus jugadores mientras se marchaban al descanso, Carletto ejecutó cambios rápidos dejando a Lucas Vázquez en el banquillo para dar entrada a Militao y devolver a Carvajal al lateral derecho. Fue entonces cuando el Madrid despertó sin apenas tiempo de reacción. En apenas un minuto, un pase en largo de Tchouaméni a Rodrygo bastó para que su velocidad le permitiera dar un balón que, esta vez, no perdonó Mbappé para estrenarse en Champions con la elástico merengue. Parecía que el Real Madrid volvía en sí, pero de nuevo los fantasmas del principio iban a aparecer. Con el paso de los minutos el equipo volvía a apagarse, dejando jugar al rival y con varios acercamientos hasta hacer sangre. A balón parado, un córner del Stuttgart sirvió para demostrar la poca intensidad del equipo que, con merecimiento, se vio con un empate con la firma de Undav con poco más de 20 minutos de margen. En ese momento el Madrid volvía a jugar con fuego y, con Modric y Güler en el campo para reforzar la medular, le devolvió el golpe con la misma arma: centro del croata y cabezazo de Rüdiger al fondo de la red. El gol de la tranquilidad que le permitió respirar tranquilo hasta que, con un rival ya volcado arriba, terminó por encajar el tercero tras un misil de Endrick en el tiempo de descuento. 3-1 en el Bernabéu y en un partido pantanoso de Champions donde los momentos puntuales salvaron los tres puntos.

Así vivimos el Real Madrid-Stuttgart: