Un negligente Sevilla que toca fondo 19 años después de abrazar la gloria

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Gudelj celebra su gol al Celta.. Cordon Press
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SevillaEl Sevilla FC ha vuelto a perder, una vez más, en otro partido espantoso ante el Celta de Vigo en Balaídos, en el que incluso jugó con un jugador más toda la segunda parte. Eso no fue óbice para que los de Claudio Giráldez se impusieran en fútbol y en marcador, condenando al equipo sevillista a jugarse la permanencia en las últimas jornadas de la competición. El sevillismo está viviendo esta situación entre la indignación y el miedo. Hace 19 años era campeón de la Copa de la UEFA por primera vez, goleando en Eindhoven al Middlesbrough para inaugurar la época más próspera de su historia, y ahora ve de cerca el descenso tras ocho jornadas sin ganar, dando una imagen malísima cada vez que salta a cualquier campo de LALIGA EA Sports. La afición del Sevilla se echa las manos a la cabeza cada vez que ve a un once de tiempos pretéritos. Incluso en las peores temporadas, había hombres que daban para ilusionarse con algo. Ahora, sobre el campo se presentan una pléyade de futbolistas que, difícilmente, habrían jugado en el filial en los mejores años de este club.

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Tanto es así, que Joaquín Caparrós, que en mal día se metió en este embolado, se dejó dos cambios en el tintero ante la práctica imposibilidad de mejorar desde el banquillo el paupérrimo rendimiento del equipo.

 Carlos Domínguez ante Lukebakio.
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Negligencia FC

En enero, Del Nido Carrasco y Víctor Orta decidieron que no pasaba nada por dejar al Sevilla con la plantilla más corta de LALIGA. Se veían con la permanencia en el bolsillo después de que García Pimienta exprimiera el jugo de una mandarina con poco zumo y numerosas carencias. Indigna de un octacampeón europeo que hace dos días se codeaba con los mejores. La negligencia constante en la que se ha ido convirtiendo el Sevilla en los últimos años se ha ido explicando sola en el tramo final de la temporada, jugar con un lateral izquierdo que ya estaba fundido en enero, dejar la posición del delantero centro en un canterano cuyo puesto no es ese, prescindir de Suso durante meses, dar el brazalete de capitán a un futbolista cuesta abajo, sin un ápice de sentimiento sevillista, y carne de fútbol exótico, no tener un solo centrocampista con un mínimo gramo de creatividad, relevar el banquillo solo por quemar una bala más... El resultado es un espanto. El bochorno que sufre todo sevillista viendo como el barco hace aguas por todos lados, y dejando las posibilidades de permanencia en la inoperatividad de dos rivales como la UD Las Palmas y el CD Leganés. El primero visita Nervión el martes, una victoria dejaría cerrada la permanencia, pero nadie ve a este equipo capaz de ganarle a nadie. Solo el pésimo momento de los canarios, equiparable al de los nervionenses, da motivos para pensar en respirar por fin. Y a partir de ahí, si se llega a dar, tábula rasa y regeneración total, desde el primero de los futbolistas al último de los representantes. Este Sevilla está condenado a muerte por este camino.