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Increpan a la salida a Víctor Orta y él responde: "No me escondo"

Increpan a Víctor Orta y él responde: "Ponte las pilas"
  • Lamela y Carolina Alés también recibieron insultos

  • Del Nido condena las amenazas a la consejera

  • Orta, increpado a la salida

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SevillaLa tensión que asfixia a todo lo que rodea al Sevilla FC sigue latente. Aunque esta vez fueron menos aireadas las protestas, se produjeron nuevos capítulos a lo ya sucedido el jueves con Carolina Alés. Pero esta vez fueron otros los protagonistas -aunque también le tocó a ella-. La consejera entró al Sánchez-Pizjuán escoltada por un fuerte dispositivo policial, sin incidente alguno que lamentar. Sí que hubo más tirantez con la llegada de algunos futbolistas como Nyland, al que llamaban "sinvergüenza", o Erik Lamela, que incluso se llegó a volver hacia un aficionado. "Dímelo cara a cara", reclamaba el argentino, molesto por el "hay que correr más, hijo de puta", que le espetó un hincha. Pero hubo más. A Víctor Orta le tocó al término del partido.

Víctor Orta responde a los aficionados

Esta vez la masa se diluyó más rápidamente, aunque una hora después de la finalización algún quedaban algunas decenas de hinchas por las inmediaciones del Sánchez-Pizjuán. Víctor Orta caminó unos metros hacia donde estaba el coche en el que debía marcharse. En ese camino fueron varios los aficionados que le increparon, reclamándole más trabajo. "Ponte las pilas, que nos vamos a Segunda", "vamos a ponernos las pilas y hacer buenos fichajes" o "ficha a un delantero" fueron algunas de las cuestiones que le reclamaban los sevillistas. Insistió en que su confianza en Diego Alonso es "a muerte y siempre". Hasta ahí normal. Pero un aficionado insistió más de la cuenta, cuando Víctor Orta ya se montaba en su vehículo. "No valéis ni para estar escondidos", le recriminaban. Y el director deportivo le respondió. "Por eso estoy aquí, no me ves, no me escondo", le dijo Víctor Orta. Puedes ver la secuencia en el vídeo de arriba. Luego, Carolina Alés también abandonó las inmediaciones del estadio mientras algunos aficionados le llamaban "hija de puta", aunque de manera menos aireada y con menos volumen de gente de lo que ocurrió el jueves pasado.

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