Lo que pasa en el Betis
López Catalán: "Es el ejemplo más claro de que un árbitro se ha cargado el partido"
Lo que pasa en el Betis está muy claro, al menos así lo veo desde hace tiempo, y seguro que usted, que es listo, también lo ve. Lo que pasa en el Betis es fácil de descifrar y usted ya lo ha descifrado. Lo que pasa en el Betis no sólo pasa en el Betis pero ahora mismo sí está pasando en el Betis. Lo que pasa en el Betis no es sólo un equipo caído, que lo está. Lo que pasa en el Betis es mucho más. Lo de Barcelona es la penúltima gota del vaso. En el Betis están pasando muchas cosas. Muchas son muchas. Suficientes para convertir en una agonía (al menos estas últimas semanas) la recta final de la temporada. Sobre todo por lo que viene ahí cerquita. Y muchos béticos se preguntan: ¿Por qué? Todo parecía un mar de rosas, risas, lágrimas de alegría, comunión, unión y más. Yo meto también por ahí la palabra milagro, quizás la más importante de todas. Y ojo, que conste, que ojalá el Betis viva de milagros toda su vida. Sería buena señal.
Lo que pasa en el Betis es que el milagro del señor Don Manuel Pellegrini se va apagando. No culpen al entrenador, que falla también. Pero si no hay más, no hay más. Ahora hay menos. La plantilla es peor que la de la pasada temporada y déjense de milongas. Ahí están los datos. Ahí están las imágenes. Y lo peor de la plantilla es que ya no parece tan unida. Por motivos que se quedan dentro, esa comunión clave en los últimos éxitos ahora ha desaparecido. Lo de los grupitos en el vestuario ocurre en todos los clubes, es muy antiguo ya. Que si brasileños y portugueses por un lado. Que si el resto por otro. Y la pinta es mala. Por eso es tan importante saber tocar las teclas del vestuario en su momento adecuado. Si hay que vender a Borja Iglesias o a Canales, o a Luiz Felipe o a Luiz Henrique, por poner varios ejemplos, que se haga, si esos movimientos significan mejorar después de la plantilla con fichajes más acertados. Si hay que leer la cartilla a esos mismos jugadores, o a los que sea, que se haga también. Pero no hay quien lo haga. Lo que pasa en el Betis es que las figuras, las estrellas, no pueden ser las mismas cuatro, cinco o seis años seguidos. Las estrellas van cogiendo una edad y ya no son tan buenas. Antes no todas ellas lo fueron. Y lo que hay a su alrededor cada vez tiene menos nivel. ¿A quién ficharía del Betis Simeone o el Villarreal para su equipo? Cuesta sacar varios nombres, la verdad. Luego preguntas en el club los motivos para seguir confiando en jugadores como Bravo o Guardado (apuntan a otra renovación) y uno se lleva las manos a la cabeza. Y así con varios asuntos más. Y en el Betis pasa también que esa locura por defender, redefender y seguir defendiendo la inocencia (o no) de Canales cuesta caro. Dejen ya la justicia ordinaria, que el cántabro cumpla lo que tenga que cumplir y céntrense en lo importante. Mientras sigan así, más palos arbitrales se van a llevar. Ahí está el dicho de entre todos lo mataron y él solito se murió. Yo no he dicho casi nada pero he dicho mucho a la vez. Porque lo que pasa en el Betis, hasta los que mandan, los que están dentro del club, está claro lo que es, aunque se desvíe la atención en otros asuntos. Pero no tiene solución. Bueno, sí la hay… Pero no. En Bilbao hay otra oportunidad para callar bocas a los que vemos cosas malas en el Betis. Porque lo que pasa en el Betis es esto. Siempre todo es bueno, nunca pasa nada grave. Yo volveré a estar equivocado. A ver si llega ya Ramón Planes y cambia todo esto...
