El uno por uno del Sevilla: algún aprobado y un montón de suspensos en el Coliseum

El Sevilla FC vuelve del Coliseum este domingo con una vergonzante derrota en el enésimo partido pésimo del equipo, que nunca tuvo opción de ganar ante un rival directo que no es que hiciera un partidazo, precisamente. Los errores defensivos, inocentes, evitables e inaguantables, volvieron a condenar a un equipo sin alma ni idea. En ElDesmarque analizamos, una por una, las actuaciones de los jugadores de Sampaoli: Bono (2): Está en sus horas más bajas desde que adquirió la titularidad en el Sevilla. Sampaoli le pide que juegue con los pies y no es su fuerte, dio algún susto y un melón a Jordán que recordó al de Girona y acabó en gol. Hizo un paradón al final, eso sí, pero no desprende esa seguridad de antaño.

Jesús Navas (5): Se emplea en llegar, pero si durante casi una hora no tiene un delantero a quien centrarle la pelota…

Gudelj (4): Algún día podría jugar en su sitio natural, no obstante, tampoco ha sido de los peores en el Coloseum. Se está pasando quizás un poco en la confianza en su chut de larga distancia, aunque en un equipo con tan pocos recursos ofensivos es normal que lo intente. Perdió con un resbalón la pelota que generó el 2-0.

Badé (6): Si no estuviera Badé en el campo sería imposible que el Sevilla ganara algún partido de aquí a final de temporada. Sin ser brillante, es efectivo, fuerte y con las ideas muy claras. Pero no puede hacer milagros cuando sus compañeros cometen errores flagrantes una y otra vez.

Alex Telles (5): Entró a última hora por los problemas de Nianzou en el calentamiento, y en esta ocasión no desentonó demasiado en defensa y aportó algo en ataque. No ha sido su peor partido en una demarcación en la que debería jugar lo menos posible.

Acuña (4): Otro partido de esos en los que no se sabe muy bien de qué ha jugado. Esta idea le vuelve loco. Como tantos otros, si su fuerte es el centro y no hay delanteros.

Pape Gueye (4): Es vertical, es luchador, no se esconde, pero es muy anárquico. Fue el mejor de un malísimo centro del campo, añadiendo un montón de pérdidas absurdas al saco, pero eso no le dio para aprobar.

Joan Jordán (2): Pérdida evitable, la enésima en esta temporada, que acaba en gol. Esto no tiene sentido ninguno. Y además ya venía avisando.

Óliver Torres (3): Ser creativo en este Sevilla es una misión imposible y un calvario. No todo es culpa suya, pero es que no aportó apenas, completando una medular que fue un auténtico lastre.

Bryan Gil (4): La única ocasión medio potable de la primera parte del Sevilla llevó su firma, tras caerle un rebote. Cuando coge la pelota y no ve a nadie delante acaba desesperándose, como es lógico, por otra parte. Si su fuerte es ganar la línea de fondo y centrar y no hay delantero…

Ocampos (4): En su descargo, ni él se cree que esté jugando de delantero centro. Todas sus virtudes se pierden en esa posición, y además el equipo es un desastre cuando juega sin delantero. Se le vio más cómodo jugando desde la banda, pero ya era tarde.

Suso (4): Entró con ganas de cambiar la historia del partido, mirando hacia arriba, pero estuvo muy fallón y no encontró apoyos.

Rakitic (2): Media hora preocupantemente intranscendente.

En-Nesyri (4): Era fuera de juego, pero la que falló… en su afán por defender, algo que raramente hace casi mejor que nadie, le dio a Unal la posibilidad de estar en posición correcta para hacer el gol definitivo.

Montiel (1): ¿Para qué salió?

Sampaoli (0): ¿A qué salió el Sevilla en el Coliseum? Desde la magnífica España de la Eurocopa de 2012, no recuerdo a un equipo al que le haya ido bien jugando sin un delantero de referencia. Este Sevilla desde luego tampoco ha sido la excepción, ni lo es, ni lo va a ser. La obsesión por sacar la pelota jugada le ha costado un montón de goles, pero sigue empecinado en algo para lo que este equipo no está preparado. ¿Para qué salió Montiel como último cambio? Era un partido clave que se afrontó de la peor manera, pusilánime, a merced de un rival directo que ahora le supera en puntos y en el golaveraje particular. El Sevilla es un desastre y Sampaoli no lo arregla.