Un adiós europeo con honores

Hay formas y formas de caer y la del Real Betis, en la Europa League, fue con todos los honores y la mayor dignidad. Tanto como durante la primera fase del partido, los aficionados béticos soñaron con la gesta. Los verdiblancos saltaron al terreno de juego con un entusiasmo que contagió la grada. O tal vez fuera al revés. El caso es que equipo y afición conectaron. La empresa de la remontada pedía una hazaña considerable, por la diferencia del 4-1 de la ida y por la entidad de un rival del potencial del United. Ese punto de sana locura, de buscar lo imposible, lo alimentó el conjunto bético con hechos y con encomiable deseo. Pese a que a la alineación inicial podía dejar alguna duda, el Betis fue a por todas. Ya en la segunda parte, después del gol de Rashford fue otra historia. Realmente alguno se pudo acordar de que la diferencia de la eliminatoria estuvo en la descomposición en la segunda mitad en Old Trafford. Claro que aquella historia ya estaba contada y el último capítulo bético en europea fue propio del nivel y la competitividad del equipo de Pellegrini. No ganó, cierto es, pero volvió a ser un equipo reconocible y con sello de autor. La afición, siempre soberana y que tanto sabe de fútbol de años y años, premió la valentía. Porque las ocasiones para el Betis se sucedieron pronto. Un mano a mano de Juanmi que se fue fuera por poco, un trallazo de Joaquín con toda la intención... el gol no llegaba por poco. El Manchester United proponía un partido abierto sin tapujos. No jugaba a guardar el marcador. Con acercamientos menos claros, los ingleses amagaban más que daban. Claro que con Rashford el peligro estaba ahí. Incluso Juanmi, en otra ocasión en las que suele ser infalible, se encontró con De Gea. El United, más allá de un balón al palo al filo del descanso, no había inquietado a Rui Silva de verdad. Atrás Pezzella seguía siendo comandante en jefe. El empuje bético continuó tras el descanso y pudo tener premio en forma de gol con un remate de Ayoze en un córner rechazado por el meta visitante. Después del golazo de Rashford ya fue diferente. Para ser justo el inglés rozó el 0-1 poco antes tras una gran pared que se fue alta. Luego su disparo inapelable bajó grados. La media hora final ya fue distinta e incluso el United pudo marcar algún gol más. No hubiera sido justo. Más bien debió llegar el tanto bético para no perder en este segundo asalto. La grada reconoció con orgullo el esfuerzo de los suyos en la despedida europea.