Buenas noticias, por fin

El Sevilla sacó un buen resultado de Dortmund ante el Borussia, y no era fácil. Sí, ha sido un buen resultado. Un buen resultado porque el empate da al equipo nervionense opciones reales y muy factibles de acabar como terceros en el grupo, una vez que las opciones de clasificación para los octavos de final estaban casi finiquitadas y tras el empate del Copenhague a primera hora de la tarde. Y quizás más importante. Ese buen resultado para el Sevilla de hoy día vino como resultado de un buen partido. Sí, un buen partido, completo, los 90 minutos, con sus más y sus menos, pero un partido completo en el que no fue peor que el rival, fue mejor durante muchos y minutos y hasta pudo ganar. No en vano las mejores ocasiones fueron del Sevilla, incluida una de Lamela en la segunda mitad que pudo redondear la alegría. No fue así, pero en cualquier caso el equipo de Sampaoli vuelve de Alemania con buena cara, con buenas noticias y, por primera vez en la temporada, con algo de optimismo en la maleta. El Sevilla realizó un buen partido sobre todo en defensa y en el centro del campo. Será más completo cuando arriba genere algo más y sobre todo sea más relevante en el último tercio del campo. Es desesperante las potenciales ocasiones que se van al limbo por un mal pase lateral, por una mala elección, por un centro sin tensión... Pero volvamos a las buenas noticias. Hay defensa, parece haberla, porque hay defensas. Marcao resulta que en dos partidos ha mostrado más jerarquía y autoridad que casi todos sus compañeros de líneas. Tiene oficio, es agresivo, va a muerte al cruce, tiene veteranía en el mejor de los sentidos, y se comió a Adeyemi en todo el encuentro a pesar de la velocidad del ex del Salzburgo. Luego está Nianzou, que completó, incluido el gol y medio que logró (el medio en la ocasión de Lamela), otro partidazo, muy seguro con la pelota y defendiendo incluso. Quizás tenga que ver eso en que se desenvuelve mejor en espacios más reducidos, esto es, con un equipo más junto, más bloque, y no necesariamente con la defensa metida atrás. Y luego es atrevido con la pelota, para lo bueno, hoy, para lo malo otros días. Pero esta vez fueron buenas noticias. Eso, con la línea de tres completada con un aseado Carmona y un Navas por el carril derecho recordando al ídolo de Los Palacios, convirtieron al Sevilla en un equipo con seguridad atrás que encontraba vías de penetración sobre todo por la derecha. Para completar las buenas nuevas, partidazo de Rakitic desde la conciencia de sus limitaciones y de Gudelj, también jugando a un primer toque y arriesgando menos balón con compañeros cerca, jugando con más precisión. Todo ello provocó que el Sevilla tuviera más balón, que se sintiera más cómodo y que, por fin, no tuviera que correr tanto tras la pelota, por lo que, como bien explicó Sampaoli, el estado físico tuvo que ver más con la pelota y su posesión. Además, en la primera parte hasta tuvo claras ocasiones, como una de Rakitic alta. Sí, también hubo fallos, como la forma de medir de Acuña en el empate tras el gol de Nianzou, que fue casi la única ocasión clara del Dortmund en todo el partido y finalmente acabó en gol. Pero la realidad es que el Sevilla ofreció botes verdes, o rojos, en Alemania. Puede volver con una buena cara y optimismo para enfrentar el partido de Mallorca. Empieza a tener argumentos para agarrarse a algo, argumentos de verdad conquistados en Alemania. Sí, hay buenas noticias.