Vamos a hablar de los cambios
De rotaciones no, de los cambios... Pocos por no decir ningún análisis hay más resultadista que el de los cambios durante un partido en el mundo del fútbol. Si se gana el entrenador es un genio y le ha dado un baño táctico al rival, si se empata, y no digamos nada si se pierde, "no hay nadie al volante" y "le han dado el carnet de míster en la tómbola". Está claro que los últimos partidos al Athletic Club se le están haciendo muy largos. Se le han fugado unos puntos que le pondrían en zona europea sin el nuevo tiempo extra de prolongación que se está dando, por norma que no por capricho, en los encuentros de LaLiga Santander.
Sin duda esto da para diferentes lecturas, pero la más recurrente en RRSS y grupos de Wasap es decir que los cambios de Marcelino han sido un desastre (sic).
En algunas ocasiones puede ser así, es algo altamente subjetivo, pero los que juegan son los futbolistas y ahí hay los mimbres que hay. Digo esto porque hemos vivido una pequeña revolución con las palabras de Iñigo Martínez al concluir el partido de Mestalla. Y se dice con mucha razón que el Athletic debió dormir al encuentro y hacerse con la pelota. Queda por ver si tiene jugadores para hacer eso por mucho que estuviera con un jugador más. La Adurizpedia del brillante Roger Álvarez nos ha recordado esta semana un dato terrible: el Athletic sólo ha ganado 1 de los 7 últimos partidos que ha jugado en superioridad numérica. Con y sin Marcelino… ¡Pues sí que se hacen siempre mal los cambios! (Ironía ON). Está claro que hay algo más.
El entrenador debe acertar con los cambios, pero está en los jugadores estar atentos, concentrados y tener incidencia positiva en el partido
Los cambios son los que son
¿Se acuerdan ustedes de los cambios que metió Simeone en el Wanda? De esto que ves salir a Luis Suárez, a Yannick Carrasco, a Joao Félix, a Cunha y a Herrera se te queda un rictus de preocupación. Que no de envidia, salvo cuando les aplazan partidos porque les faltan la mitad... No voy a entrar en nombres, pero está claro que los futbolistas son seres de carne y hueso, no son los muñecos mecánicos de la Play Station que pueden jugar todos los minutos y siempre al mismo nivel. Es difícil aguantar a tope los partidos con el ritmo físico con el que se juega actualmente, hay que hacer cambios a la fuerza. Sean 3, 4 o los 5. Y ahí ya cada uno tiene el arsenal que tiene, más teniendo en cuenta que en los últimos partidos el Athletic no ha podido contar con hombres como Oihan Sancet, Yuri Berchiche o Yeray Álvarez, a los que añadir al 'Búfalo' Villalibre ahora. En el fondo del asunto subyace la calidad y extensión de la plantilla, aparte de un axioma que aborrecemos cuando nos toca, salvo cuando lo pronunciamos nosotros sobre terceros: el contrincante parece que no existe y no juega.