Ojitos 'coloraos'
Acabó el Cádiz CF en el área del Real Betis. No era ni mucho menos lo esperado, lógicamente. Pero lo fue. El Cádiz es peor equipo que el Betis, como bien dijo Álvaro Cervera y claro que pudo perder en Heliópolis, pero también llevarse más botín. Así que el punto sabe a poco, a nada o a mucho, según se mire. Y vuelvo a reiterar una idea que llevo tiempo explicando: esta LaLiga Santander es mucho peor cada año. Que habrá mucha emoción, pues habrá, pero el nivel de los equipos (el Betis es un ejemplo ahora mismo) es peor cada año. Nada más que hay que ver la diferencia de los cuatro primeros con el resto. Esta vez los ojitos coloraos que se vieron en la grada ganaron a los ojitos coloraos del entrenador del Betis. Manuel Pellegrini es el único protagonista que tiene el Betis con seña de élite. Y si el Betis está en Europa y apenas pierde (sí, empata mucho, dos por ahora seguidos) es gracias a su mano. Y a su suerte, que en el deporte, como en la vida, existe y hay que tenerla de tu parte para ser feliz. Y ganar en este caso. Pero se vieron ojitos coloraos en la grada después de mucho tiempo. Muchos, por volver a su templo. Por respirar Betis. Por volver a abrazar al hermano. Por volver a cantar apiñados (la distancia de seguridad en algunos casos brillaba por su ausencia) como balas de cañón. Por sentir de nuevo las ganas de fútbol y de irse a casa con una alegría. Esta vez la alegría no pudo ser. Otra vez será. Pronto, ante el Real Madrid, habrá otra oportunidad.
Esos ojitos coloraos también pudieron ser, quién sabe, por el enfado de esos béticos que no están conformes con lo que ven. Con esos béticos que llevan avisando mucho tiempo que no da con lo que hay. Con esos béticos que piden un mejor equipo. Unos béticos que exigen más porque el Betis puede y dar mucho más. Y ahí, todas las miradas, esos ojitos coloraos, van para tres personas. Primero, el señor Antonio Cordón. Ojo que como esto no cambie con victorias y no fiche lo que tiene que fichar serán otros, dentro del club, los que pongan sus ojitos coloraos de cabreo sobre él. Porque ya hay críticas internas a su labor. Cordón tiene diez días mal contados por delante para variar la situación. Para hacer ver por qué vino al Betis y por qué gana lo que gana. Y sí, ya va tarde, por mucha calma que se pida. Y faltan los ojitos coloraos de Ángel Haro y José Miguel López Catalán, los que mandan en el Betis. No son lágrimas de ver que la plantilla ha empeorado y que son culpables (como claves en el fichaje de Pellegrini) de que el Betis no pueda lograr los objetivos esta temporada. Si han escuchado a Pellegrini (no descarto que hable fuerte y claro más pronto que tarde) se hicieron los sordos. El Betis no está para dejar pasar seis puntos ante el Mallorca y el Cádiz, con respeto a los rivales, por falta de un trabajo de verano. Por falta de no saber lo que se hace. Por falta de autocrítica de verdad. Y sí, si alguna vez tienen los ojitos coloraos no será por ver su sillón en peligro. Eso es imposible. Ese cuento se acabó hace mucho tiempo.
