Ongi etorri, Martzelino
Éramos muchos los aficionados que pedíamos a este Club un giro a esta dinámica a la que estábamos acostumbrándonos cada vez que jugaba nuestro Athletic. Poco a poco se estaba marchitando esa ilusión por ver un partido de nuestro equipo en LaLiga. Eso hacía que seguir un encuentro del equipo rojiblanco se convirtiera en el mayor somnífero para quedarte dormido delante del televisor. Lo peor de todo es que el equipo no daba señales de que fuera a revertir esta situación porque el juego desplegado por los jugadores de Gaizka Garitano no era ni el deseado ni el esperado por cualquier aficionado al fútbol en general. Añadir que la ausencia de la afición en La Catedral disminuyó la falta de presión y exigencia hacia los jugadores. Estoy convencido que con 50.000 almas en el feudo rojiblanco habría sido totalmente diferente. Si a todo esto le sumamos que en alguna ocasión en rueda de prensa tu entrenador da a entender que el equipo no puede aspirar a más, intenta mandar recados a los jugadoras más jóvenes y autoexculparse de toda situación, hace que todo se agrave aún más. No ha tenido que ser nada fácil trabajar durante todo este tiempo para Gaizka, estando con el agua al cuello jornada tras jornada y sin merecer este desenlace tan cruel... No habrá muchos clubes que hayan cesado a su entrenador minutos después de una victoria.
La aparición del factor Marcelino
Si no podríamos esperar alguna situación más bochornosa por parte de la junta directiva (después de la que protagonizó en octubre con el no fichaje de Fernando Llorente) llega ahora la destitución del técnico rojiblanco tras haber ganado frente al Elche CF. A partir de aquí, te deseo lo mejor Gaizka, y gracias por todo lo que nos has dado (que no ha sido poco). Acto seguido tenemos la noticia, no menos esperada, de la llegada de Marcelino García Toral (si no queríamos café, toma taza y media). Grandísimo entrenador, posiblemente sea uno de los mejores entrenadores nacionales del momento, pero el affaire que tuvo con el Athletic no era el deseado por la familia rojiblanca. Sus declaraciones en 2014 siendo entrenador del Villarreal CF expresando la afinidad que tenían los árbitros con el equipo rojiblanco, no sentaron nada bien a la afición. Pero ahora es nuestro míster, tenemos que hacer borrón y cuenta nueva y hacerle sentir un athleticzale más, enseñarle lo que significa el Athletic para nosotros y hacerle ver por qué somos la mejor afición del mundo. A partir de ahora tus triunfos serán los nuestros, tu trabajo nuestro sudor y nuestro aliento será tu inercia. Ongi etorri, Martzelino!! Orain eta beti, AUPA ATHLETIC!!
