Fichen a Wu Lei

El 15. El 15. La niña bonita, el pleno de la quiniela. El 15. Repito: el 15. El Betis termina otra vergonzosa temporada en el puesto 15. Sí, el 15. El 15 de 20. Quien sepa sumar y restar, que calcule el crecimiento. Yo no digo más, para que no enfaden algunos. Miren la clasificación, amigos béticos, y traduzcan. Lo dejo a la inteligencia de cada uno. Y 41 puntos, que en los años malos de Lopera, con descensos, el Betis sumó más puntos. Y no había 200 millones de presupuesto ni una estructura moderna y envidiable. El Betis termina la temporada el 15. Lógicamente, pegadito al descenso y lejos de Europa. Yo ya me he dado cuenta: pedir a este club que vaya a Europa, ahora mismo, es perder el tiempo. Reconozco que yo pensaba entender algo de fútbol, pero está visto que no. He perdido el tiempo. Es imposible que este Betis reúna las condiciones para jugar en Europa otra vez. Ahora mismo, repito. Ojalá me coma las palabras, aquí están escritas, pero entiendo que debe cambiar mucho mucho para lograr ese objetivo. Ni Pellegrini ni Pellegrino, por si alguien se equivoca de vocal. El Betis, este Betis, está muy visto. Para no verlo. Sin un pivote de nivel, esta vez sin un pivote de verdad, empezó a tocar a tocar hasta aburrirse. Hacía mucho calor, eso sí, y gustaba más ir por la sombrita. Un tiro de Fekir y otro de Tello y pare usted de contar. Un equipo de futbolistas que sólo saben tocar el balón a dos metros y ahí están los resultados. El rival, sea quien sea, siempre le puede ganar. Vamos, que casi todos los rivales ganan. También el Valladolid, que tiene jugadores que creyeron en su entrenador desde el primer día y una dirección deportiva de mucho mérito. Y eso que dos de sus miembros decidieron dejar tirado al director deportivo para marcharse al Betis. Tampoco perdió tanto el Valladolid. Tampoco ganó el Betis con el cambio. Más bien lo contrario. El Valladolid no es nada del otro mundo pero es un equipo serio, sabe a lo que juega y muere por su entrenador. Competitivo desde el primer día al último y con hambre, hasta Sandro, que parecía perdido para la causa pero ha renacido en Pucela. El ex del Sevilla falló un gol cantado pero luego dio bastante por saco a la defensa bética. No hacía falta ser Messi para volver loco, también es verdad. Tampoco se ha notado mucho la mano de Alexis, que ha empeorado incluso a Rubi. Que no se olvide ese dato. En esta vida no todo es decir sí a los jefes.
Una mentira de equipo
Cómo será este Betis del toquecito a dos metros, donde Fekir cada vez ha aportado menos, donde Canales se aburre, donde Aleñá ha sido un fiasco, donde el portero es lo que es, donde Joaquín... Muchos peros (hay más) y poco fútbol. Muchos problemas y una realidad verdadera: este Betis está para sopita y buen vino. Una salvación con ayuda de otros equipos peores y se acabó. Pero seguro que el año que viene es el bueno, ahora llega el tiempo más feliz de los béticos que disfrutan con lo que tienen. La segunda parte me la ahorro. Fue más de lo mismo. Llegó el Valladolid una vez y marcó. Fue Óscar Plano, que hizo un gol como en el Villamarín, por aquello de que hay que aprender de los errores. Yo hubiera pitado falta a Bartra, la verdad, que se fue con el labio roto en esa jugada. Pero quien decidiera darse un baño en la playa o en la piscina hizo bien. O el que se puso una película. Aunque para película, la de este Betis. Más que película, un cuento. Cuento chino aunque sus dueños, como bien ha calado Pellegrini, no sean chinos. Pero muchos béticos han sido engañados como a los chinos. Como Wu Lei, el del Espanyol. Si llega a marcar Wu Lei... Ahora sí, amigos béticos, ya pueden ser felices de nuevo. Empieza la mejor época del año del Betis, en la que aparecen los que se esconden. En las que se celebra un fichaje sin saber su rendimiento. En las que todos, desde Alexis hasta el último de la secretaría técnica, aplaude cada movimiento de su jefe aunque sea un horror. Que disfrute el que pueda.
Todos los resultados en https://resultados.eldesmarque.com