La nueva preferencia del Villamarín y una mudanza a La Cartuja

Tanto Ángel Haro como José Miguel López Catalán tenían en su decálogo de medidas de Ahora Betis Ahora terminar la construcción del estadio Benito Villamarín. Con el Gol Sur finiquitado desde el verano de 2017, el siguiente paso es ejecutar la obra en la Preferencia del estadio. Para ello, según publica ABC de Sevilla, el Betis necesitaría meterse en Europa durante dos años consecutivos y así mejorar los ingresos y revalorizar la plantilla. No se trata de una empresa sencilla. Primero, la entidad baraja un gasto aproximado de 25 millones de euros para levantar la nueva preferencia del estadio. Y segundo, el Betis necesitaría trasladarse un año completo fuera del Benito Villamarín. De esta forma, el club se plantea dialogar con los responsables de la Sociedad Estadio Olímpico para evaluar cómo llevar a cabo la rehabilitación de la cubierta del coliseo construido para el Mundial de Atletismo de 1999 y que ahora impide su uso. Hay que recordar que en estos instantes el estadio de La Cartuja está cerrado por motivos de seguridad y para su reapertura hace falta una obra que ronda los 15 millones de euros. Es inviable seguir jugando en el Villamarín tal y como se hizo durante la obra del Gol Sur, porque el número de socios ha crecido (hay numerus clausus de 50.373), y no se puede reubicar a los mismos.

Por otro lado, el Betis también tendría que buscar la reubicación de sus oficinas que en estos momentos se encuentran en esa zona del estadio. No obstante, gran parte de las mismas ya se están externalizando con las obras en la actual ciudad deportiva y la que está proyectada en Entrenúcleos. La meta del consejo de administración es aumentar la capacidad del Benito Villamarín y rondar los 60.000 espectadores. Al mismo tiempo, con la nueva preferencia se ganaría en comodidad con más palcos vips y mayor espacio entre los asientos. Si el Betis se mete en Europa al final de la presente campaña, el club tiene claro que comenzarían a tratar este asunto con previsión para ver cómo se puede arreglar ese problema estructural que presenta el Estadio Olímpico.