Cuco deja táctica para septiembre

Dos partidos en uno. No alarguemos más el análisis del Athletic-Getafe, choque con el que se abría el cartel de la Liga Santander 2017-2018, finalizado con un triste empate sin goles que le deja a uno con la sensación de no saber cuál es el verdadero potencial de los leones. De ellos y de su entrenador, 'Cuco' Ziganda, que se marcó un pedazo de Matricula de Honor en la asignatura de 'Estrategia', a la que tuvo que presentarse en julio por haberse puesto enfermo a finales del curso pasado, pero que en la primera convocatoria de agosto, hallándose su villa en plenas fiestas, se ha llevado a casa un 'cate' como una catedral de grande en 'Táctica'. Una materia de la que, en tercera convocatoria, tendrá que examinarse a primeros de Septiembre luego de que el 'Colegio de la liga' le de la oportunidad de hacer un trabajo a domicilio con la intención de que el alumno se aplique y pueda mejorar la nota a la espera de un hipotético y justito aprobado. Quien...y Ziganda. Ver para creer. El 'Catedrático de Estrategia' de la 'Complutense de Lezama', que dio una conferencia magistral en Bucarest, y otra no menos apoteósica delante de los suyos, el 20 de agosto de 2017 ha dejado a la siempre ponderada por su sapiencia y ecuanimidad, afamada Catedral "aho bete hortz", o sea, con esas bocas abiertas de los que no aciertan a entender cómo un técnico tan cualificado se ha quedado con las manos atadas y los ojos vendados no ya durante el partido en sí, "porque el rival también juega" (cosa cierta que suele ser la respuesta a todos los porqués), sino a partir del minuto 23' de la segunda mitad. Cuando el Getafe se vio obligado a jugar con un 'elemento' menos por la torpeza de uno de los once elementos que tenía sobre el campo Bordalás, que maldeciría a su chico para sus adentros, y con razón. Subo al Alaves, devuelvo al Getafe a Primera, y va este mocoso y, a las primeras de cambio, me la arma en el estadio más sugestivo de la liga Santander. Bordalás se lamentaba sin saber que su teórica desventaja sería el examen de Prácticas en el que habría de suspender su colega, José Ángel 'Cuco' Ziganda, que se estrenaba como 'Rector del Campus' de la Universidad más afamada en la especialidad de instruir a los profesores del futuro en 'Ciencias de la Educación y la Filosofía Pura'. Se fue del campo el azulon. Y uno, desde su asiento, pero también desde su esperanza, esperaba una reacción inmediata por parte del inquilino del banquillo local a fin de que sobre el verde no sólo se notara de manera evidente que el Getafe jugaba con 10, cosa sencilla para la que no se requería más que saber sumar y ponerse a contar, sino, y sobretodo, para que la catedral estallara y los leones rugieran al saberse y sentirse superiores, así en número como en las ventajas que acarrea en esto de las batallas superar en efectivos a la tropa rival. Un cambio de Sistema. Un cambio Táctico. Una incorporación humana que aportara técnica para lo que se suponía un abordaje en toda regla: un abordaje, sí, pero no a lo pirata con pata de palo, sino al sistemático asedio a la 'Masada' de los del sur de Madrid, empresa que se antojaba factible teniendo tan fresco el recuerdo de cómo se las gasto el Athletic en Grecia para poner fin a la dichosa y latosa guerra de Troya que la tenía a la pobre Penélope sin poder pegar ojo por las noches. Todo eran hilvanes y tejemanejes para la pobre chiquilla.  Cuco no hizo nada. Peco de inacción. Dejó que el tiempo obrara. Como si el mero hecho de que ellos jugaran con un futbolista más de los diez con los que el 'Geta' jugaba por la mala cabeza de uno de los suyos ya era en sí suficiente para que la 'soka' de la 'tira' de lo que faltaba de partido fuera el gato que los leones se llevaran a las controvertidas aguas de la ría del Nervion. Pues no, Cuco, no. A veces la inercia no es suficiente. La ley de gravedad no siempre degenera en una manzana que de madura cae golpeando la cabeza del que se halla a la sombra de un roble que allí se enraizó para verse favorecido su tronco, ramas y hojas por del sol que más calienta, ardía la tarde al sol aun por mucho que se estuviera yendo para Poniente, pero entre que el Getafe no ardía y Cuco no se mojaba, todo era movimiento en enredo que favorecía los intereses del disminuido.

Dice Bordalas, y con razón, que con el 'VAR' (se refería al "Videoarbitraje", no a los ambigus) en vigor, su equipo habría ganado, pues Arrizabalaga atrapo un balón que ya había superado totalmente la línea de gol. Pero calla el técnico azulon que Aduriz, puestos a ello, debería haber goleado a lo Panenka si el  citado 'VAR, a falta de un árbitro con buena vista, o visión, hubiera penalizado el descarado y prolongado agarrón que Laporte sufrió a manos de uno de los suyos. Dice Ziganda que al equipo le faltó acierto en el momento del golpeo definitivo. Declara, también, que "nos ha faltado más mover el balón para desestabilizar su defensa".  A la salida de San Mames, en los llamados "aledaños del estadio", tuve la suerte (el motivo, la razón y el meollo de este artículo), de encontrarme con un hombre muy ligado al Athletic por cuestiones familiares. El saludo, cálido y cariñoso, como lo son todos cuando nos topamos por la calle y en las terrazas al sol de las tardes de lo viejo de mi Villa, parecía suficiente. Pero no. Nuestras miradas fueron dos salvavidas lanzados al agua. Y nos subieron al bote, al Botecito. Sentados en la popa, hablamos de lo esencial. Y en ello coincidimos. De pleno. Yo le mostré el gato del partido que los dos acabábamos de ver. Y el, desde su mayor envergadura fútbolistica, desde la autoridad que le confiere ser maestro en doctrinas tan, para muchos, antagónicas como el fútbol y el fútbol-sala, le puso el cascabel al minino con una habilidad que me dejo pasmado, y, al mismo tiempo, del todo convencido... A cuenta de la superioridad numérica y la ausencia de medidas drásticas por parte del beneficiado, se refirió a una mayor, y de mayor calado, evolución del fútbol sala con respecto al fútbol del 105x68. "En lo táctico, uno avanza, y el otro se halla anclado: movimientos, ayudas, desmarques, apoyos, aclarados, hacer buenas las superioridades y minimizar las inferioridades. Mira -me dijo, en lo que pretendía ser un hecho por el sabido que podría explicarlo todo-...  En la época del Barcelona de Guardiola, tras el partido dominical, los técnicos de los diferentes equipos de las secciones deportivas que se esconden tras el nombre de FC Barcelona, técnicos de disciplinas tan disimiles como Basket, Balonmano, Hockey, Waterpolo, Futbol sala...y el Football, por supuesto, se reunían. Y charlaban. Diálogos profundos que no cesaban hasta que, con Pep Guardiola a la cabeza, se marcharan a sus casas con la lección bien aprendida, ese saber tan profundo que se adquiere cuando un entrenador de basket, o fútbol sala, te habían enseñado a saber jugar en superioridad numérica, y hacerlo bien, buscando el fin supremo del desborde, los goles y la victoria. Tal vez por ello, por lo aprendido a través de sus experiencias heredadas, no sea Cuco Ziganda el único responsable de haberse quedado inerte tras la expulsión del jugador del Getafe. De no "haber movido ficha", como escriben los que dominan el argot. De no haber variado el sistema. De no haber movido el banquillo. Para que al verde hubiera saltado un futbolista con peto, como esos que en los entrenamientos se utilizan para crear superioridades, y en el fútbol sala, para que cinco jugadores asedien a un portero que tan solo cuenta con cuatro compañeros que lo defiendan: cierto es que corre riesgo al dejar vacía la portería, cosa que en San Mames no habría sucedido porque Arrizabalaga no dejo en ningún momento de ser su cancarbero. Ese futbolista del peto podría haber sido Ager Aketxe. Ziganda no lo estimo oportuno. Lo fió todo a los arreones por las bandas, al desacierto de Aduriz y, sobretodo, Williams, a las bajadas al centro del campo de 'Susa'  'Muni' para acarrear balones que entregar a su jefe de equipo. Markel e Iker, incansables, pero, a mi vista, una suerte de "doble Sisifo" condenado a subir y bajar a sabiendas de que todo era sufrimiento, y de disfrute, nada. A falta de tres minutos para el temido 90', Cuco retiro a Balenziaga dando entrada a Córdoba: "Debut de otro chaval", ¡qué alegrías! Podía haber hecho la sustitución, que conllevaba alteración del Sistema, de inmediato a la expulsión que mermaba al Getafe. No lo hizo. Quizás porque no lo creyera conveniente. Acaso porque en Lezama no se estime lo que, en táctica sobretodo, aporta el fútbol sala. Podría ser, si, será eso, que, tras los eventos del fin de semana, el entrenador del Athletic no tenga, como en su tiempo Pep Guardiola, técnicos de otras disciplinas del mismo Club que le enriquezcan su fútbol con jugosas aportaciones. Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes. @LuismaPrezGartz