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El Athletic se despista el día más inoportuno

El Villarreal se ha impuesto al Athletic.. LFP
  • ¿Hacia dónde vamos?

  • Crítica con matices

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A nadie se le escapaba que este viernes en el Estadio de la Cerámica se jugaba una final anticipada. La quinta plaza buscaba un capataz sólido, con los puntos y con el average por medio, en el eterno duelo del Siglo XXI entre el Villarreal y el Athletic Club, enemigos íntimos en nueve de las 17 ligas del milenio, y eso que ya no está Marcelino por allí. Con el llamamiento a la afición el Submarino tuvo mucha ayuda de una grada que no dejó de incordiar y de un colegiado que consintió un gol ilegal, y que fue muy tiquismiquis en general. Pero no por eso perdieron los bilbaínos (3-1), les faltó durante muchos minutos juego e intensidad y les sobró flojera defensiva en el día menos indicado. Te jugabas mucho, objetivos que ahora duermen en Castellón como su aeropuerto fantasma. Nadie niega el potencial del rival o la maldición de ese campo, pero vaya decepción, chavales. Eso sí, es innegable que con los cambios el equipo se vino arriba, y que con la expulsión de Víctor Ruiz hasta agobió a los levantinos a base de centros, pero la minisiesta de 15 minutos tras el descanso se pagó con creces. El arreón final no compensó ese apagón. Ernesto Valverde, bueno y Fran Escribá, han ido con todo, con sus onces repletos de titulares prescindiendo de cansancios, acumulaciones, rotaciones, etc... así salían de inicio Sanjo, Balenziaga, hasta Aduriz que está en racha, sí, pero que suele descansar lejos de Bilbao. El que entró hoy fue Lekue, que fue de la partida para medirse a los groguets en detrimento de Iker Muniain. Y es que el partido pedía esfuerzo físico y presión. Ambos equipos arrancaron no dejando ni treinta centímetros para maniobrar al rival. Había que jugar a toda pastilla porque no había margen para el control, un terreno escurridizo en el que Iñaki Williams, con libertad de acción por todo el ataque, es un portento. Pronto se dedicó a buscarle las cosquillas a Jaume Costa, que necesitaba ayuda de sus compañeros para frenarle, mientras los locales tiraban sus archiconocidas contras atajadas en algún caso por ese 'ángel' que tiene Kepa, que hasta si sale de espaldas sin ver le dan los balones en el talón. Está de dulce total. Pero con todo no puede. El Villarreal, que ocupaba muy bien el campo con sus dos puntas, fue cercando el área vasca y Víctor Ruiz hacía el 1-0 tras recoger el rechace de un balón que Yeray, sin máscara, había enviado previamente al poste. Un tanto que reflejaba la superioridad amarilla, pero que afortunadamente fue contestado dos minutos después por Laporte, también central, que alojaba (con la diestra) un córner de Beñat en las mallas de Andrés Fernández. Menudo alivio, porque la defensa del Athletic estaba sufriendo mucho con diagonales y con las paredes que, vía Samu Castillejo, rompían su estatismo desde la segunda línea. Suena horrible, pero la lesión muscular del malagueño fue una bendición. Era de justicia reconocer que el empate era un buen resultado al descanso porque los de Escribá, sin avasallar, llevaron siempre la iniciativa, remataron más, especialmente haciendo trizas la banda de Williams-De Marcos. Los leones hicieron diez faltas para poner algo de equilibrio a un choque complicado, en el que curiosamente pudieron irse con ventaja, ya que Aduriz remató al larguero en el tiempo de prolongación. Fue un espejismo, en apenas dos minutos Bakambu hizo el 2-1 en una contra en la que Yeray se pasó de frenada para que el togoleño, tras un gran pase de Soriano, afinara al palo rompiendo la igualada. Un tanto psicológico. Los de arriba ayudaban poco, el centro del campo penaba, así que acabó llegando el 3-1, vía Adrián, en un balón parado fatal defendido pero doblemente ilegal. Valverde echó al césped a Iturraspe y Muniain por Beñat y Lekue, pero bien pudo cambiar a casi todos, porque la intensidad postdescanso era un drama. Con los dos cambios se mejoró, mucho, la imagen y Aduriz soltó otro larguerazo en el 66' que bien pudo provocar un cambio mental. Bajar a unos y aupar a otros, pero ahí entró la maldición del escenario, dos envios a la madera, otra que falló San José a un metro de la raya de gol... Acciones que se lamentaban antes de que Victor Ruiz fuera, de forma absurda, a por la rodilla de Iñaki Williams cogiendo el camino de la ducha a los 73 minutos. Roja directa de libro. Lo increíble es que el público encima se enfadara. En esa recta final llovieron los centros al área, de Marcos casi marca con la rodilla, pero estaba visto que no iba a haber manera de enderezar el rumbo. Pese a los cuatro minutos de añadido se había perdido la final, con lo que ya no es cuestión de soñar, como hacían algunos, con la cuarta plaza, sino seguramente con la sexta. Si bien la séptima también te llevará, casi seguro, a Europa. A la Catedral en Viernes Santo Habrá que esperar hasta el viernes que viene para volver a ver jugar al Athletic. Será el duelo ante la UD Las Palmas de Quique Setién en viernes santo, día 14, en una tarde en la que la entidad de Ibaigane ha puesto precios especiales ya que la fecha inpuesta por la LFP se las trae sin duda, con mucha gente de la que sólo se verá el humo del tubo de escape al salir de vacaciones. El choque arrancará a las 20:45 horas. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com