Lo que vive el bético no está pagado

Así vivimos el Betis-Villarreal
Si la afición es soberana, el Betis tendrá la próxima jornada su tercer entrenador de la temporada. Si es soberana y la directiva hace caso a su afición. Porque con los datos en la mano, este Betis se ha caído y como a los de abajo les dé por ganar más que de costumbre se puede vivir una recta final de temporada muy peligrosa en Heliópolis. Y ya saben los béticos lo que ocurre cada vez que su equipo se mete en el fango. Por algo muchos dicen que su sentimiento no está pagado. Aquel fortín del Benito Villamarín ahora es un jardín para el rival, porque el Betis no sabe a lo que juega. Ni desde el banquillo dan con la tecla. Víctor lleva tiempo al que le empieza venir grande este proyecto y eso que el proyecto no es para tirar cohetes. Sin ocasiones, sin fútbol y con los problemas de un equipo pobre, asustado y sin balas desde el minuto uno. Así es imposible ganar a nadie. No hizo falta que el Villarreal hiciera el partido de su vida para ganar en Heliópolis y dejar muy tocado la figura de Víctor. Del 1 al 90 y tantos fue incapaz de dar vida a su equipo. Esa es la imagen. Ese es el futuro. No hay adjetivos para calificar la primera parte. A los puntos, si fuera boxeo, y si se cuentan las ocasiones, el Villarreal hubiera ganado, pero en esto del fútbol era imposible que uno de los dos se fuera a vestuarios con un premio. El Betis, porque ni puede ni sabe, aunque esté Dani Ceballos en el campo. El utrerano no tiene un amigo al que pasar la pelota y la jugada siga con peligro. Y cuando el balón llega al área, o no está Rubén Castro o Sanabria apenas inquieta. Por la poca picardía se le escapó al paraguayo el primer gol nada más comenzar. Musacchio sí fue listo. El Villarreal tiene pinta de jugar muy bien, toca y toca, rápido, en corto y en largo, pero después, a pesar de su pegada, tampoco tiene maldad. Sansone se topó con Adán en un mano a mano salvador del portero, porque la acción tenía visos de acabar en gol. Por suerte para el Betis, Adán vio la jugada desde lejos y apenas dio centímentros al ariete visitante para disparar con precisión. En el resto del primer tiempo la palabra tedio se queda corta. Sólo Adrián, en un remate de cabeza, y varias decisiones de Gil Manzano que despertaron a la grada tuvieron algo de chicha. Quien haya grabado este periodo ya está tardando en borrarlo de sus archivos. Con Rubén en todos sitios menos donde es decisivo, el Betis se encomendó a algunas carreras de sus carrileros, que si bien lo intentan, falta mucho para crear peligro de verdad.

Pero tras la reanudación el partido dio un giro de 180 grados. El que quiso el Villarreal con una simple jugada donde Bruno y Piccini quedaron retratados, sobre todo el italiano, que fue sustituido después. José Ángel no tuvo que forzar mucho la máquina para regatear y centrar a Adrián. Ahora sí el asturiano no falló. Y la grada comenzó a encenderse con el equipo, pitando a varios jugadores, y con el entrenador.
Golpe mortal
El Betis, lejos de la reacción, fue a peor. Pezzella asustó con un remate de cabeza poco antes de que la grada, viendo que el Villarreal comenzaba a torear a su equipo, con jugadas interminables, empezó el recital de cánticos. Primero contra Víctor, luego con los jugadores y al final hasta la directiva tuvo su repaso. Hartos de estar hartos, porque lo que vive el bético no está pagado. Fran Escribá, mucho mejor que Víctor, vio el partido en su poder y metió a Bruno, un mediocentro que corta, juega y hasta llega a gol. Por algo el Villarreal está arriba, la calidad hay que pagarla. Víctor quiso morir con las botas puestas, siempre tranquilo porque tanto el director deportivo como el presidente han dicho por activa y por pasiva que la próxima temporada será el entrenador del Betis. Las palabras, muchas veces, se las lleva el viento. Tan solo una acción de grupo a la que no llegó Álex Alegría por poco fue la medicina que tomó el Betis para que su catarro no empeorase. Y empeoró. El asedio final fue un querer y no poder, sobre todo porque Bakambu dio vida con un mano a mano con Adán que acabó en el poste. Pero ante Betis no hace falta más. Es lo que hay. La última acción de Ceballos al poste fue el colmo. No está pagado para los béticos. Y los béticos fueses soberanos... Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com