Víctor: discípulo de Capello, aprendiz de Míchel y la esperanza del Betis

El Betis destituye a Poyet y oficializa a Víctor Sánchez del Amo
Víctor: "La comunión entre equipo y afición es imprescindible"
Víctor Sánchez del Amo, el tapado que gana enteros
A Víctor Sánchez del Amo se le presenta en el Betis un gran reto en su carrera. Llega en un momento de turbulencias, con el equipo en caída libre tras una nefasta gestión de Gustavo Poyet, pero con la ilusión de responder a la grada del Benito Villamarín. El técnico más joven de la Primera división, con 40 años, llega con fuerza, "flexibilidad táctica" y sin casarse con nadie. Como hacía Fabio Capello, uno de sus referentes en los banquillos. Forjado en la cantera del Real Madrid, Víctor se hizo mayor con los mejores a su lado, pero no fue hasta su estancia en A Coruña cuando dio el golpe decisivo a su carrera como jugador. En aquel magnífico SuperDépor ganó una Liga y una Copa del Rey y empezó a ganarse el cariño que luego, como entrenador, elevó a la máxima potencia. Cogió las riendas del Deportivo tras la destitución de Víctor Fernández para firmar una salvación in extremis en el Camp Nou. Su primer gran momento en un banquillo. Pero en Riazor no todo fueron rosas. La pasada temporada, tras un inicio de campeonato esperanzador, el equipo se fue cayendo hasta rozar el peligro y ese Víctor salvador pasó a un Víctor desastroso. El conflicto con Luisinho, sobre todo, y con Lopo alteró la relación en el vestuario hasta tal punto que algún jugador veterano le hizo saber que lo mejor, si fuese él, era marcharse, salir bien... Y ocurrió lo contrario. Víctor se rodeó de un eje de mucho nivel con Lux en la portería, Sidnei de capitán en la defensa, Mosquera como estandarte en la medular y Lucas Pérez en plan estilete. Si hay alguien al que el ahora delantero del Arsenal debe estar agradecido es a Víctor. Y todo con un sistema variable, según el rival, según las circunstancias, incluso varios en un mismo partido. Del 4-4-2 al 4-3-3, pasando también por el 4-5-1.
Sevilla
Su llegada a Sevilla no será nueva, es una ciudad que conoce después de su periplo en el Sevilla FC como asistente de Míchel, por lo que también debe tener conocimiento de lo que es el Betis. Su primera experiencia en un banquillo que no acabó como esperaban y en la que dejaron un 5-1 en el derbi del Sánchez Pizjuán que pasó a la historia. Con Míchel aprendió, probó fortuna en el Olympiacos hasta que un día se dio cuenta de que sus caminos debían separarse. El Deportivo llamó a su puerta para lograr la salvación. No se lo pensó... y salvó al Deportivo. Pero tiene también el dudoso honor de haber sido despedido de dos equipos diferentes en apenas tres meses: primero del Deportivo y luego del Olympiacos, donde cayó eliminado en la fase previa de la Liga de Campeones ante el Hapoel Be’er Sheva israelí. Desde ese momento, Víctor esperaba una llamada para afrontar un reto interesante. Y en el Betis lo va a tener.