El primer ridículo de la temporada (6-2)
Así vivimos el Barcelona-Betis
Al Betis, o a cualquier equipo sin mucha calidad, no se le puede examinar por un partido en el Camp Nou. Hasta ahí bien. Más aún si es el debut liguero. Pero sí se le puede y debe achacar que casi le dé igual marcharse goleado de Barcelona. Sin intensidad, sin decisión, como si no hubiera preparado el partido. La misma historia de siempre en el Camp Nou hasta convertirla en el primer ridículo de la temporada. Un 6-2 doloroso que aumenta los problemas y las críticas. Esto ya no es pretemporada.Porque si había un bético ilusionado tras el 1-1 de Rubén Castro seguro que minutos después volvió a agachar la cabeza. El pasado siempre vuelve, dirán algunos. Ni una falta a Messi, tres o cuatro bien contadas en la primera parte y otras pocas en la segunda para firmar otro partido nefasto. Otro partido más para la historia negra del Betis. La nueva cara en el banquillo no cambió nada en Barcelona, aunque lo normal fuera volver de vacío. Gustavo Poyet apostó por una trinchera en defensa con tres centrales que hicieron casi todo mal. Tampoco ayudaron los laterales ni los centrocampistas. Ni hasta el portero. Parecía que no hubo tiempo para preparar el partido y la primera jornada se conocía desde mediados de julio. El uruguayo ha tenido un bautizo horroroso como entrenador en la Liga española y deja dudas. Sí, en la primera jornada. Sí, aunque el rival fuese el Barcelona.
Graves errores
Porque su Betis adoleció de dos características mínimas para competir: intensidad y concentración. Como si estuviera aún en el Trofeo Colombino o en la todopoderosa Dresden Cup. Una jugada habitual del Barcelona, las que todo el mundo se conoce pero que muy pocos, o nadie, son capaces de evitar, asestó el primer golpe. Messi, ahora mismo en tareas de hago lo que quiero, rompió la defensa de cinco con un pase al sitio, por donde aparece una y otra vez Jordi Alba. Y por donde no estaba Cejudo. El pase de la muerte del lateral azulgrana acabó en la bota derecha de Arda Turan y su remate se coló ante la mirada de Adán. Mandi, en la línea de gol, quiso pero no pudo evitar el gol. Primer mazazo. El Betis no se levantó pronto del golpe. Aquel primer minuto de toque y toque fue un oasis. El Barcelona, a su ritmo, con su toque, acaba con las ilusiones de cualquiera, sobre todo si la zaga rival hace aguas en las ayudas. Cejudo, lateral, carrilero o como se quiera llamar, no apareció ni en el gol ni poco después, una jugada calcada al 1-0 que no acabó en gol porque Luis Suárez no se esperaba tanto fallo en el rival. Un cuarto de hora y la puesta en escena no fue la esperada. Pero apareció el de siempre, el máximo goleador de la historia del Betis. Rubén Castro, el que aún no tiene una renovación sobre la mesa, se sacó de la chistera un lanzamiento de falta que se coló casi por la escuadra de Claudio Bravo. El sol tuvo su ayudita, que siempre viene bien. Pero fue visto y no visto. Rubén Castro, aún si ser renovado, se sacó de la chistera un lanzamiento de falta para firmar el empateMessi no estaba dispuesto a ser sorprendido tan pronto y se echó el partido a su espalda. En caso de duda, balones a Messi. El argentino asustó al beticismo con un disparo al larguero poco antes de que Undiano Mallenco encendiera al Camp Nou al no pitar como penalti una acción de Mandi sobre Luis Suárez. Hizo mucho el uruguayo por caerse tras notar las manos del argelino en sus hombros.
Golpe letal
Una acción Jordi Alba Petros encendió el partido y también encendió a Messi. El argentino se incorporó al centro, dibujó su jugada preferida y lanzó un latigazo desde la frontal imparable. O sí, porque Adán bien pudo hacer algo más. Ese gol sí que fue letal para el Betis, que en cinco minutos tiró el partido por la borda. En otra acción de poca (o ninguna) intensidad, Luis Suárez sumó su primer gol en la Liga tras una asistencia de Sergi Roberto. Los centrales, para salir en la foto. El descanso no cambió al Betis o sí, porque el inicio fue estrepitoso. Dos jugadas del Barcelona no fueron gol porque Arda quiso aumentar su cuenta tras un disparo de Messi que Adán despejó hacia su portería y porque otro tiro de Rakitic se marchó por centímetros. Un arranque huracanado del Barcelona sin oposición, un rival sin intensidad, perdido y deseando de coger el avión de vuelta a Sevilla. Pero las dos siguientes sí lo fueron: Luis Suárez hizo un doblete tras perder el balón el Betis ¡¡¡en un córner a favor!!! Messi, dos minutos después, prolongó la fiesta. El Barcelona, que no tiene reparos en golear y golear, quiso hacer más sangre. Poyet movió sus piezas pero el partido ya estaba para escuchar el pitido final de Undiano. Las faltan que no llegaron antes sí aparecieron con Ceballos (desaparecido también), Fabián y Musonda en el campo. Los centrales, a lo suyo. Limpios como los chorros del oro. Sanabria, que hizo lo que pudo, fue de lo poco aceptable. Rubén Castro no cuenta porque siempre está. Como Luis Suárez, que se apuntó su primer hat-trick de la temporada. Si tiene enfrente a este Betis en más de una ocasión podrá batir cualquier récord goleador. Que lo apunte ya Poyet. El Betis, que quiere exigencia esta temporada, no puede permitirse este espanto en el Camp Nou. Y si no que se lo digan a Rubén Castro, un doblete para nada. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com
