El Athletic puso ganas y toque, pero el gol fue de Torres

Valverde: "Nos han dejado hacer muy poco y no hemos estado finos"
Beñat: "Seguimos igual, pero con una jornada menos"
Bóveda: "Griezmann y Torres han acertado de pleno"
Mal día para que comenzara la prohibición gubernamental de fumar en San Mamés. Cuando te visita el Atlético de Madrid de Diego Simeone incluso a los que no fumamos nos apetecería meternos una caja de puros. No sé, por hacer aritos o algo así... Este miércoles hemos asistido a la sublimación del libreto del 'Cholo'. El Athletic Club ha hecho lo que podía: dominar (63-37%), tocar, buscar huecos, pero no tenía dinamita arriba sin Aduriz ni Sabin Merino, y encima el Atlético sabe latín. Agazapado aprovechó su oportunidad con un gol en la primera mitad de Fernando Torres, a partir de ahí pasó a dedicarse a su 'otro fútbol', si bien esta vez no ha dado demasiada 'cera'. No le ha hecho falta. Con el (0-1) ya estuvo en su salsa por lo que no tuvo que sufrir, e incluso tuvo varias ocasiones claras más volviendo a demostrar que le tiene cogido el truco al nuevo campo bilbaíno. Ha vencido en todas sus visitas. En todas, y ya van cuatro. Los tres cambios de Valverde, si bien mejoraron la imagen vasca, tampoco pudieron modificar el marcador ante un candidato a ganar la Liga y hasta la Champions. Faltó pegada para hacerle daño al rival colchonero por lo que los puntos volaron de la Catedral. Habrá que buscarlos en casa del Levante este mismo domingo. La noche prometía batalla Simeone metió músculo a su centro del campo con la entrada de Thomas por el escurridizo Carrasco, mientras que tuvo que jugar con 'habas contadas' Ernesto Valverde que, con las bajas de Aduriz, Laporte y Merino, decidía mantener en la banqueta a Williams dando la sala de máquinas a San José y reafirmando su apuesta por Viguera en punta. Como buen combate ambos púgiles de entrada se midieron, lo hicieron a golpe de vista en apenas 30 metros, en esa franja, cual trincheras en Verdún, la presión ejercida por cada escuadra impedía avanzar un metro. Los bilbaínos, sabedores del muro que tocaba esta noche, trataron de tomárselo con calma. Toca que toca en busca de un hueco difícil de vislumbrar. El conjunto madrileño es más hermético que el régimen de Korea del Norte, como lo atestiguan sus 16 goles encajados, de hecho Godin tuvo que lesionarse para poder ver un primer tirito de Muniain. El duro central uruguayo dejaba su sitio a los 10 minutos al galo Lucas, equilibrando en cierta medida el tema bajas con los de Valverde. Pero en la pelea táctica son maestros Cogió carrerilla el Athletic a partir del cuarto de hora, sea hilvanando con gusto o con un arreón de Bóveda hasta se puso algún meritorio pase desde las bandas, pero la ausencia de Aduriz era gigantesca. No se remataba ni uno. Parecía claro que el balón parado era el conejo que escondían ambas chisteras. Cual duelo Karpov-Kasparov pasaban los minutos sin ocasiones de gol, con la sensación de que las piezas locales llevaban la iniciativa. Pero ya se sabe que eso con el Atlético no significa gran cosa, ellos juegan a su rollo, la posesión te la ceden generosamente y abrían el marcador cuando Torres se colaba entre los centrales para batir por bajo de cabeza a Iraizoz en el 38'. El partido se había puesto en el peor escenario posible, que incluso pudo ser peor cuando el árbitro Martínez Munuera permitía rematar a Thomas al poste con Gorka lesionado en el suelo. Si llega a entrar arde el estadio. Contrarreloj ante el muroCon ese 0-1 el segundo periodo se había convertido en una prueba faraónica. A nadie en Europa se le escapa que los de Simeone en ventaja son como el sarcófago de la central de Chernobyl, allí no sale ni entra ni el aire. Pero que el Athletic lo iba a intentar vive dios que se sabía. Beñat fue el primero en probar a Oblak con un tiro desde la frontal y luego lo hizo Raúl García que, en una noche en la que estuvo bizcochón, remataba flojo con la coronilla ante su ex. Pero hacía falta algo más. Williams entraba poco antes que Iturraspe, por lo que el Cholo cambió su esquema blindando aún más su muralla dejando tan solo arriba a Torres. Quedaban 25 minutos para ascender el Annapurna sin oxígeno y también sin cuerdas, porque la banda izquierda rojiblanca no producía nada de nada. Allí mandó el Txingurri a Lekue a ver si él podía obtener algo. Mejoría con los cambios pero... No se les puede negar a los leones su melena. Se tocó arrebato, la grada rugía ante un enemigo poco querido en Bilbao, los córners se sucedían (hasta 8) pero Oblak y sus chicos impedían ni tan siquiera contactar con el esférico. Era desesperante. De hecho en ataque, sin hacer casi nada, obligaron a Iraizoz a lucirse con un paradón a tiro de Carrasco, con lo que el navarro salvaba el posible 0-2 en el 85'. Ya en el descuento el Atlético se dio un susto en un mal despeje que hizo intervenir a su meta eslovaco, pero luego otra vez Carrasco falló otra ocasión cantada ante Gorka, al menos esa no entró y no hubo más escarnio. En fin, dio igual, casi que lo mejor de la noche fue la derrota del Sevilla en Gijón con gol de un 'ex', Isma López. A buscar los puntos en Valencia La semana, de locos una vez más, se cierra el domingo con el partido a las 12:00 ante el Levante en el Ciutat de Valencia. Una nueva oportunidad de apretar por la batalla de la quinta plaza con Celta y Sevilla, los próximos equipos que pasarán por San Mamés, por cierto.
