Con la vuelta a la rutina, muchas personas tratan de "solucionar" los excesos de las vacaciones de verano con dietas. Una de estas es la dieta detox, que se caracteriza por los batidos de frutas y vegetales, las infusiones y suplementos y el ayuno con el objetivo de limpiar las toxinas del cuerpo, mejorar la salud y perder peso.
Si bien la evidencia científica pone en duda que este régimen detoxifique, pues de hecho el propio organismo ya cuenta con sistemas de desintoxicación propios, sí es cierto que se puede observar una pérdida de peso a corto plazo. Sin embargo, esto no significa que sea saludable, de hecho, los profesionales advierten que se trata de una dieta con riesgos y contraindicaciones.
El motivo por el que siguiendo este tipo de alimentación se observa una pérdida de peso en pocos días se debe a la baja ingesta calórica y a la eliminación de grupos completos de alimentos. El problema es que esto puede llevar a deficiencias nutricionales de vitaminas y minerales esenciales, pérdida de masa muscular y, en general, un impacto negativo en la salud, advierte el nutricionista Carlos Sousa en un artículo.
Asimismo, "quedarse muy por debajo de la ingesta energética diaria recomendada, sin supervisión médica, puede provocar fatiga o dolores de cabeza", añaden desde el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (EUFIC).
Además de la falta de energía, las dietas detox pueden afectar a nivel mental, causando irritabilidad, falta de concentración y cambios en estado de ánimo.
En las dietas detox, junto con la falta de nutrientes, se ingieren batidos de frutas o licuados de verduras de forma excesiva provocando un "riesgo importante" de desbalance electrolítico "que puede ser peligroso para la función cardíaca y neuromuscular", asegura Carlos Sousa.
A nivel digestivo, "algunas personas pueden experimentar diarrea debido al consumo elevado de ciertos jugos y tés, lo que puede llevar a deshidratación y pérdida de electrolitos. Por otro lado, la falta de fibra en algunas dietas detox puede causar estreñimiento", añade el mismo.
Además, el abuso de licuados de hojas verdes o remolacha, por su alto contenido en oxalatos, "puede conducir a un aumento del riesgo de desarrollo de cálculos renales", además de "calcio, hierro o potasio disponible para el organismo", apunta en esta misma línea, Óscar Picazo, miembro de Academia Española de Nutrición y Dietética.
Mantener en el tiempo este tipo de alimentación no es posible, por lo que entra en juego el efecto rebote y la recuperación de kilos -en caso de haberlos perdido-, e incluso ganancia de algunos más.
Pese a que las dietas detox no cuentan con respaldo físico sólido que demuestre su eficacia (al menos hasta el momento), muchas personas continúan haciéndolas. Sin embargo, determinados grupos de población tienen que ser conscientes de que estas pueden ser realmente peligrosas para su salud, alerta Carlos Sousa.