El BMW X5 deja de ser el modelo más atractivo de la marca

El BMW X5, durante años emblema de la gama SUV de la marca bávara, ha dejado de ser el modelo más atractivo dentro del catálogo de BMW. Su lugar lo ocupa ahora el BMW iX, un SUV completamente eléctrico que encarna el nuevo rumbo estilístico y tecnológico de la firma. Este cambio no responde únicamente a una cuestión estética, sino también a una transformación más profunda en las prioridades de desarrollo de producto, centradas ahora en la electrificación y la innovación aplicada al confort y la conectividad.

El iX representa una ruptura deliberada con el lenguaje de diseño tradicional de BMW. Su carrocería de líneas suaves, el uso de superficies limpias y una parrilla reinterpretada aportan una imagen futurista que contrasta con el enfoque más conservador del X5. Además, su arquitectura específica para vehículos eléctricos le permite ofrecer una habitabilidad mejor resuelta, con un interior más amplio, modular y silencioso, reforzando la sensación de modernidad que transmite en todos los aspectos.

Por otro lado, el salto tecnológico es evidente. El BMW iX integra sistemas de infoentretenimiento de última generación, un cuadro de instrumentos digital curvado y asistentes a la conducción avanzados que sitúan al modelo a la vanguardia del segmento. En comparación, el X5 mantiene un nivel muy alto de equipamiento, pero empieza a evidenciar un diseño de interfaz y soluciones interiores menos vanguardistas, en parte por su base más tradicional y orientada a un público distinto.

Una nueva referencia en diseño y tecnología

Cabe destacar que, a pesar del cambio en percepción, el X5 sigue siendo una opción de referencia en su categoría. Su gama de motorizaciones potentes, el equilibrio dinámico y la calidad de rodadura lo mantienen como un SUV con argumentos sólidos, especialmente para quienes priorizan las prestaciones y la conducción convencional. Sin embargo, ya no lidera el deseo de compra dentro de la propia marca, en un contexto donde la movilidad eléctrica gana cada vez más protagonismo.

El BMW iX ha desplazado al X5 como el modelo con mayor impacto visual y tecnológico dentro de la gama. Su diseño distintivo, su planteamiento eléctrico integral y su capacidad para integrar soluciones avanzadas hacen que represente con mayor claridad la visión de futuro de la marca. Por todo ello, el atractivo principal de BMW ya no reside en sus modelos tradicionales, sino en los que marcan el rumbo hacia una nueva era.