Una sentada en la carretera obliga al pelotón a esquivar a los manifestantes a 18 km de la meta en La Vuelta

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Imágenes de la protesta en la penúltima etapa de La Vuelta. (@teledeporte)
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La Vuelta a España vivió otra jornada convulsa en la Sierra de Guadarrama. A falta de menos de 20 kilómetros para el final en la Bola del Mundo, un grupo de manifestantes irrumpió en la carretera a la altura de Becerril de la Sierra, obligando a parar al pelotón y generando una escena de desconcierto pocas veces vista en una gran vuelta.

Un corte inesperado en plena carrera

La acción sorprendió a los corredores en pleno esfuerzo. Únicamente un vehículo de dirección de carrera logró atravesar el bloqueo, mientras por delante 19 ciclistas escapados consiguieron pasar y mantener su ventaja. Entre ellos estaba Mikel Landa, que volvió a dejarse ver en la montaña. No corrió la misma suerte Carlos Canal, que quedó atrapado en el corte tras haberse descolgado unos metros de la fuga.

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 Imágenes de la protesta en la penúltima etapa de La Vuelta. (@teledeporte)

Por detrás, el grupo principal frenó en seco, a la espera de que la situación se resolviera. La organización se vio obligada a trabajar a contrarreloj para que la carrera pudiera retomar su curso sin incidentes mayores.

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Cercedilla, otro foco de tensión

La etapa ya venía marcada desde Cercedilla, donde se había desviado el trazado inicial por el bloqueo del centro urbano. Allí se concentraban decenas de manifestantes propalestinos, con presencia destacada de las dirigentes políticas Ione Belarra e Irene Montero, que reclamaban la exclusión del equipo Israel-Premier Tech de la competición.

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La acumulación de protestas y desvíos ha convertido a esta edición de la Vuelta en una de las más vigiladas de los últimos tiempos, con la seguridad y la política ocupando un protagonismo inesperado en una prueba que debería estar centrada en el espectáculo deportivo.