Es difícil cuantificar la influencia que tiene Zelko Obradovic para el mundo del baloncesto europeo, pero más difícil de valorar es la importancia que tiene su figura en un país como Serbia. Obradovic no es solo el entrenador más laureado de la historia, es un símbolo y una figura que atrae a los amantes de este deporte y genera con su paso una admiración y un respeto jamás visto en otro técnico.
En un país donde las medallas mundiales y olímpicas llegaban a mansalva en la época yugoslava, los serbios han sido siempre referentes en mostrar una pasión única por el baloncesto. Este conglomerado de circustancias ha hecho que vivamos un momento único, con un Obradovic presentando su dimisión y un Partizan dispuesto a que replantee su decisión.
A sus 65 años, Obradovic salió en sala de prensa tras la derrota ante el ASVEL en Euroliga visiblemente molesto con sus jugadores: “No están pensando en los partidos. Entré al vestuario antes de jugar y todos estaban con los móviles. Se comportan de forma anormal” rajaba el serbio. En un contexto desfavorable, con el equipo decimoctavo y un con récord de 4-9, Obradovic decidió poner punto y final a su andadura tras cuatro temporadas al frente y coincidiendo en semana con la dimisión de otro mítico entrenador europeo, el italiano Ettore Messina con el Olimpia Milano.
“Desafortunadamente, llegó el momento de asumir la responsabilidad de todo lo malo de esta temporada y presentar mi renuncia irrevocable” relataba la carta que Obradovic publicaba para su afición. Una despedida donde agradecía a la directiva y al club sus cuatro años al frente del equipo pero con un giro de guión que nadie supo ver venir. Los directivos serbios, que deberían ser los más molestos por los resultados del equipo, serían los responsables de no aceptar la renuncia de Obradovic.
🖤 Los fans del Partizan se desplazaron hasta el aeropuerto de Belgrado para mostrar su devoción por Zeljko Obradovic pic.twitter.com/4kv9eqrn16
— Eurohoops España (@EurohoopsES) November 27, 2025
“La junta directiva, a propuesta del presidente Ostoja Mijailovic, decidió por unanimidad no aceptar la dimisión de Zeljko Obradovic y brindarle su apoyo incondicional, con el deseo de que siga siendo el primer entrenador del Partizán y tome las medidas necesarias para mejorar los resultados del equipo”.
Una decisión histórica que dejaba al mundo del baloncesto sin palabras ante una tesitura única. El Partizan en vistas de no dar su brazo a torcer, argumentaba en ese comunicado que “el club contactó con Zeljko Obradovic y le solicitó que reconsiderara su dimisión y continuara trabajando”
Una pleitesía que hasta su propio presidente refrendaba hasta el punto de hipotecar el futuro de la entidad por quedarse con Obradovic: “Prefiero un título de la ABA League con Zeljko que seis títulos de la Euroliga sin él”. Este mensaje también caló en una afición que ha decidido no rendirse, haciéndole un recibimiento multitudinario a su llegada al aeropuerto de Belgrado.
Unreal scenes from Belgrade Airport.
Thousands of Partizan fans sent a clear message to Zeljko Obradovic.
STAYpic.twitter.com/0BSQCn0hKZ
— Basketball Sphere (@BSphere_) November 27, 2025
La historia del Partizan no sería la misma sin Obradovic. Jugador del equipo serbio entre 1984 y 1991, paso de la cancha a los banquillos nada más retirarse para darle al club la única Euroliga hasta el momento en sus vitrinas en su segunda temporada al frente (1992). Tras su marcha al Juventud de Badalona en 1993 y con nueve Euroligas en su haber, Obradovic volvió en 2021 al club que le vio crecer para devolverlo a la máxima competición europea y brindarle de nuevo un título continental que tanto llevaban demandando. Y no se quedó lejos.
En la temporada 22/23, Obradovic se quedó a las puertas de sumarse una nueva Euroliga, cayendo eliminado en unos cuartos de final polémicos ante el que terminaría siendo el campeón. El Real Madrid, con el que ya ganó la Euroliga en 1995, alcanzó la cima europea con la sombra del puñetazo de Llull y una remontada única donde los serbios perdieron tres matchballs para meterse en la Final Four.
En una entrevista con Movistar+, Obradovic reflexionaba y dejaba claro que su futuro solo lo decidiría él: "Entrenaré hasta que tenga ganas" aseguraba con una mirada penetrante. Nada tiene que demostrar el que, para todos, es el mejor entrenador de la historia de la Euroliga. Los títulos ganados en sus más de 30 años de carrera le respaldan para tomar la decisión que quiera en el momento que quiera.
Nada empañará un legado histórico que ya tenía aroma a despedida con la decisión de volver a llevar a lo más alto al Partizan. Su equipo no está para competir por lo que él desearía, y como buen competidor, decide dar un paso a un lado ante la incapacidad de la situación. Pero, y si no es solo eso. ¿Y si realmente ya ha perdido las ganas? Su camino puede tomar muchos rumbos, lo que está claro es que su afición, que presionará ante la extenuación para que se quede, ya le han demostrado que prefieren ‘morir’ con él que ‘vivir’ sin su líder.