La intrahistoria del penalti de Fekir: Pellegrini dijo a Isco que no y cambió de opinión

El penalti fallado por Nabil Fekir. La historia del estallido que pudo ser y no fue. El astro francés se estrenaba este curso en la Europa League, después de la grave lesión sufrida en la rodilla a finales del mes de febrero. Continuando ese proceso de adaptación al alto ritmo que imprime la élite, Manuel Pellegrini le brindó algo más de quince minutos. Y por aclamación popular, el primer balón que tocó fue para intentar convertir la pena máxima que había provocado Isco Alarcón. Una acción que tiene miga y que tuvo como implicados a la afición, al ex del Real Madrid y al propio entrenador. Además, no se separaron ni un segundo en el banquillo. Puedes ver la secuencia en el vídeo de arriba. 

Isco le dio el balón a Fekir

La intrahistoria es la siguiente. El Benito Villamarín, como ya hiciese el pasado sábado, estalló de júbilo con la entrada de Nabil Fekir. Heliópolis reventó coreando su nombre, algo que hizo reaccionar al propio Isco. El malagueño, consciente de lo que podía suponer ese gol para el galo, se dio la vuelta, pese a que ya estaba dirigiéndose al punto de penalti,  y se acercó a darle el balón a su compañero.

Pellegrini, que vio esa reacción, salió de la zona técnica para decirle que no, que era él quien debía tirarlo. Fue ahí cuando Pellegrini, tras la insistencia de Isco, se acercó a Fekir para preguntarle si se veía en condiciones de ejecutar la pena máxina. El francés dijo que sí, que se sentía capacitado, y finalmente tiró el penalti...

"Fue un error"

"Significaba mucho para Nabil marcar el gol, pero el riesgo era importante. Como el partido estaba controlado... Se cometió un error, pero había que asegurar el partido y luego se marcaron los goles. El gesto de Isco es muy loable, es un acto de generosidad que refleja el ambiente del grupo, pero fue una decisión equivocada", dijo Pellegrini en sala de prensa.

Por momentos Heliópolis se disfrazó de un ambiente mágico. Silencio sepulcrar, como el de La Maestranza, expectantes ante lo que podía ser la vuelta del gol de su ídolo. Nabil Fekir cogió el balón y se encaminó hacia los once metros. Cogió poca carrera, levantó la cabeza... pero no ajustó bien. Vaná le adivinó las intenciones y atajó la pelota. Su gol tendrá que esperar.