Vaya inocentada de año Valencia CF
Carlos Corberán y el Nou Mestalla son los protagonistas de 2025
Queda raro escribir de fútbol con las tragedias de Fernando Martín y su familia y el fallecimiento de Delia Bullido, jefa de prensa del Levante, primera mujer que lo fue en Primera, todavía tan recientes. Pero, conociendo a ambos, seguro que pedirían que la vida siguiera y la mía pasa por empezar a cerrar un 2025 pésimo en lo futbolístico y duro en lo personal y en lo profesional. Así que, al lío con todo.
Me piden que haga un resumen del año y, aunque hoy es 28 de diciembre, les prometo que estas líneas no son una inocentada. Para inocentada el año 2025 que nos dio el Valencia CF. Uno más, otro más y ya van muchos en esta década, en la que acabamos los que queremos a este club tristes, frustrados y preocupados por el futuro inmediato. Como siempre. Pero uno, sinceramente, no se acostumbra al sufrimiento, a ver la clasificación y a rezar para que otros pierdan y así no caer en descenso.
El año del Valencia CF
El año comenzó bien, con fuerza. El club reanudaba las obras del Nou Mestalla (10 de enero) y el Valencia CF del recién aterrizado Carlos Corberán empezaba a recuperar sus constantes vitales. Aún no sabíamos que iba a hacer una segunda vuelta de Champions (34 puntos) y que íbamos a ver al Valencia CF ganando en el Santiago Bernabéu.
El equipo cayó en Copa, a nadie le preocupaba ya, y las cosas fuera del campo iban cogiendo otro color. El préstamo de Goldman Sachs ya era una realidad aunque terminaría cristalizando en verano y todos respiramos. Un fondo americano "creía" que el Nou Mestalla se iba a acabar. Sin duda, la primavera fue feliz. El Valencia CF de Corberán hasta ganaba fuera de casa (mojó en Las Palmas y en el Bernabéu) y pasó de salvarse a soñar con algo más. Fue, por desgracia, otro espejismo. Otro chafón, otra inocentada. El deporte es ilusión y este equipo a veces a uno le quita las ganas de vivir (siempre deportivamente hablando).
Llegó el verano, se fueron algunos jugadores clave, el Valencia mejoró su fondo de armario pero no su once titular. El cambio de gestión con la aparición de Ron Gourlay en escena presagiaba cambios pero, de momento, es otra más de Meriton: cambiar las personas para que poco o nada cambie. Porque en el fondo, esto es un club de fútbol y mientras no haya dinero sobre el césped, nada cambiará. Es más, son varias las temporadas ya reduciendo el presupuesto, el dinero en jugadores y flirteando con el descanso y lo que en 2025 fue una inocentada alguna vez puede acabar en desgracia, o lo que es lo mismo, en descenso. Y, si se da ese descalabro, ojo, porque este club, este estadio y este préstamo no están concebidos para un club en Segunda.
Se acaba 2025, esta es mi última columna antes de que empiece 2026 y llego al cambio de lustro con el deseo, la petición o el ruego personal y egoísta a los gestores, a Peter Lim, a Kiat Lim, a Ron Gourlay... que fichen, que apuntalen la plantilla, que nos permitan tener un año tranquilo, calmado, feliz, sin sufrimiento. Y para eso se necesita meter dinero sobre el césped. Uno ya no anhela que se vayan, eso se da por supuesto y por sabido, sino a vivir lo más sosegadamente posible hasta que lo hagan. ¿Tampoco es pedir mucho, no?
Antes de acabar, mi más sinceras condolencias para los familiares y allegados de Fernando Martín y Delia Bullido. Ambos, siempre en el recuerdo.
Para los demás, feliz semana y feliz año 2026. Nos lo merecemos.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia
