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La nueva posición del Sevilla en el mercado

Castro, Monchi y Del Nido Carrasco, en el entrenamiento del Sevilla
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El Sevilla FC se mueve en el mercado de fichajes de cara a la 2020/21 en una situación envidiada y envidiable para sus ‘iguales’. El club de Nervión ha sido el que más ha gastado de entre los españoles, uno de los que más en Europa, y también ha conseguido, de momento, retener a todas sus estrellas. Eso sí, quedan aún 15 días para que cierre la ventana de transferencias –echará el telón el 5 de octubre- y pasarán muchas cosas de aquí a entonces. El mercado ha estado muy parado, pero por mucha pandemia que haya, con su correspondiente crisis económica, se espera que se reactive y que en las últimas dos semanas se produzcan muchos más movimientos que hasta ahora. Pues bien, si algo está demostrando este mercado es que la posición del Sevilla en él ha cambiado. El club nervionense aún no ha realizado ninguna venta importante, algo que hasta ahora ha sido el pan de cada verano. Ben Yedder se marchó el pasado verano por 40 millones, hace dos fueron Nzonzi (27) y Lenglet (36) los que se marcharon, en 2017 se vendió a Vitolo (36) e Iborra (15), y así casi todos los estíos hasta 2005 y las ventas de Sergio Ramos y Baptista. Con la clasificación para la Champions League en el bolsillo y el jugoso premio que supone haber ganado la sexta Europa League, la economía sevillista es de las que mejor ha quedado tras la crisis del coronavirus, y eso se nota a la hora de negociar.

Ahora, Monchi ha rechazado una oferta de 55 millones de euros por Jules Koundé, realizada por el Manchester City. El central francés fue una apuesta fuerte del de San Fernando, que decidió convertirle el pasado verano en su traspaso más caro de la historia (25 millones se pagó al Girondins), y apenas un año después podría convertirse en la venta más jugosa. Con el galo se siguió la nueva fórmula de cláusulas de rescisión en el Sevilla, colocándole una que alcanza los 90 millones de euros, y el club se encuentra en una posición de fuerza para rechazar una oferta que supondría la mayor venta de su historia. La ambición del club es máxima tanto sobre el césped como en los despachos. En eso, el Sevilla ya ha cambiado.