Gladiadores sin gloria

Así vivimos el Sevilla-Juventus
El Sevilla se la jugará en Lyon a vida o muerte. Irá a Francia con ventaja ante el conjunto francés, pero con la necesidad de puntuar o perder por la mínima en el peor caso para salvar la clasificación para los octavos de final. Y por una parte el sevillismo tiene que ser optimista para ese partido, porque este martes ante la Juventus ha demostrado que es equipo grande, que es equipo fuerte y que es equipo de octavos de final de largo. Pero la clasificación y el partido ante la Juve, marcado por la polémica, han dictado otra lógica, han dictado una lógica europea que dice que si un equipo es más grande que tú puede llevarte por delante, aunque sea por condescendencia arbitral. Así que al Sevilla no le queda otra que ganarse con pelea hasta el último minuto su sitio entre los 16 mejores de Europa. A eso irá a Lyon. Y debe viajar con el equipaje cargado de ilusión, a pesar del amargor que deja la derrota ante la Juventus de este martes. Una derrota injusta, una derrota cruel y una derrota marcada por decisiones controvertidas de Mark Clattenburg, que hiló demasiado fino cuando de penalizar a los sevillistas se trataba. Una rigurosa expulsión a Vázquez y una polémica decisión al pitar penalti de Mercado sin ver la falta que le hacían antes condenaron al conjunto nervionense para el resto del partido y hasta la extenuación. Se vio desde el minuto 35 en inferioridad el Sevilla, y ante toda una Juventus eso son palabras mayores. Los italianos aprovecharon su oportunidad, casi la única que los bemoles de los jugadores locales (monumental Vitolo, y N'Zonzi, y Mariano...) para decantar el partido y dejar sin gloria ni éxito para los gladiadores sevillistas, gladiadores que se dejaron el alma en la arena del Pizjuán ante un león inglés y unos depredadores italianos.El Sevilla jugó de tú a tú a la Juventus desde el primer minuto y el partido estuvo equilibrado hasta la expulsión de Franco VázquezHasta ese minuto 35 el Sevilla se había mostrado más que capaz de superar a la Juve. De hecho lo hacía en el marcador y a ratos también en el campo, pero a partir de entonces solo quedaba la heroica, y esa no se materializó en el punto necesario para estar en octavos esta vez.El partido empezó con una puesta en escena muy clara. La Juventus parecía tener claro que la pelota no debía estar en manos del Sevilla, y salió los primeros minutos mandona, haciéndose imponer e intentando ganar respeto. El Sevilla, por contra, estuvo en fase de tanteo esos primeros minutos, pero antes de que pudiera reaccionar a través del juego lo hizo a través del gol. Un balón suelto en un ataque largo tras un saque de esquina lo empalmó de manera impecable Pareja y puso el partido de cara. Era pronto todavía, mucho quedaba por pasar, pero el equipo nervionense se adelantaba en el marcador y se ponía en órbita en la clasificación y en el campo, porque el tanto hizo un punto y aparte en esos primeros minutos para convertir el duelo en un agobio para la Juventus. Ahora el Sevilla el que presionaba, el que robaba y el que percutía sobre el área de Buffon. De hecho a punto estuvo de hacer Escudero el 2-0 en una jugada rápida con incorporación del carrilero. La verdad es que fueron buenos minutos del Sevilla en los que se llegó a echar en falta incluso algún tanto que consolidara esa superioridad en el campo. Pero la Juventus, aunque el conjunto de Sampaoli no le permitía explotar su mejor versión, fue recuperándose a través de Marchisio y a través de Cuadrado, que le dieron oxígeno, salida y conducción. Fue el colombiano el que provocó la primera amarilla de Mudo Vázquez, que en cinco minutos se fue a la caseta por una segunda amarilla bastante rigurosa, una segunda amarilla de esas que posiblemente solo le saquen a rivales de la Juventus en Europa. El ítalo-argentino se fue a la caseta y dejó al Sevilla con diez, difícil papeleta ante la Juventus, y ante Clattenburg. Decisión tan rigurosa como absurda fue la equivocada acción de Vázquez, que actuó con poca cabeza. El Sevilla hizo bien en la segunda parte casi todo lo que estuvo en su mano, aunque es verdad que siempre sufrió más por el costado derecho (Cuadrado, Alves) que por el izquierdoNo convivió del todo mal el equipo andaluz con la inferioridad numérica hasta el minuto 45, pero de nuevo se vio golpeado por una acción arbitral. El colegiado inglés señaló penalti a favor de los italianos en rifi-rafe más que típico en el área entre Mercado con Bonucci, de esos cuya mejor solución es no pitar nada o pitar todo, falta del atacante incluida. Marchisio marcó a pesar de Rico, que adivinó y a punto estuvo de detener la pena máxima La segunda parte se presentaba dura, y tan dura. Pero todo lo que tenía en su mano el Sevilla lo hizo bastante bien. Vitolo se vació presionando solo arriba, pues Sampaoli lo dejó de delantero, se echaba la pelota hacia adelante y era seguido como manada de leones por los juventinos. N'Zonzi se multiplicaba, Mariano se hacía slaloms en cada subida, Mercado se multiplicaba e Iborra ponía sentido. Peleaba y peleaba el Sevilla, y resistía como podía el lógico dominio de la Juventus, que se metió en campo contrario y esperó pacientemente que la ocasión cayera, sin enloquecerse y sin menospreciar al rival. La ocasión cayó, tarde, porque fue en el 84, en un rebote aprovechado por Bonucci, y ese gol metió a la Juve ya en octavos y con la vitola de líder. Tras ese tanto lo intentó incluso a la desesperada el Sevilla, cuando parecía que ya no quedaban fuerzas, pero no hubo ni ocasión ni fortuna ni concesión del inglés cuando atacaban los sevillistas, aunque Iborra reclamara uno de esos penaltitos que Clattenburg podría dar por buenos. Hubo eso sí tiempo para que Mandzukic matara el encuentro con el tercero y condenara a un gran Sevilla a pelear a muerte en Francia para ganarse la clasificación. Probablemente se la merezca, pero habrá que ganarla en la arena.