Un juego que celebrar y dos puntos que lamentar

Así vivimos el Sporting-Sevilla
Así sonó el gol del Sevilla en 'ElDesmarque Radio'
Un punto para este Sevilla resulta insuficiente. Para este Sevilla, el que anda en la zona alta de la clasificación, el que se ha plantado y ha sido mejor que su rival en El Molinón, el que ha tenido ocasiones innumerables y el que ha sido superior. Con este bagaje el empate no puede más que resultar insuficiente, porque en condiciones generales habría y debería haber ganado el partido. Pero no lo hizo, porque no encontró la pólvora en la segunda mitad, porque a veces anduvo falto de ese instinto asesino y porque controló, jugó, pero remató poco. La segunda parte fue un monólogo del Sevilla, y a pesar de la lesión de Nasri en la última jugada de la primera mitad, mejoró con respecto a la primera, en la que además tuvo algunas deficiencias defensivas. Algún que otro despiste atrás fue lo peor de la primera mitad, y de hecho en uno de ellos logró el Sporting el tanto. Si el Sevilla de Sampaoli encontró al inicio de esta temporada más resultados que juego, en El Molinón encontró juego, sobre todo en la segunda mitad, pero sin el resultado que buscaba, a pesar de haberlo merecido.Empezó bien el Sevilla, bastante bien de hecho. Un gol siempre ayuda, claro, y a los cuatro minutos lo marcó Vietto en una jugada vertiginosa, rauda, fugaz, repleta de calidad en la asistencia que solo vio Ben Yedder y en la ejecución perfecta del argentino. Lo que empezó como despeje apurado de Sergio Rico se convirtió en clara ocasión con el toque mágico del atacante francés. Esa acción, ese gol, mostraba como un libro abierto la virtud que tenía que explotar el Sevilla y la debilidad que tenía que subsanar el Sporting. Los de Abelardo se fueron desde el principio del partido un poco a lo loco a por el Sevilla, a presionar muy arriba, con mucha gente. Fue un tanto irrespetuoso el conjunto asturiano con la capacidad de respuesta del Sevilla, y lo pagó a la primera, y pudo pagarlo aún más porque en los primeros 25 minutos el conjunto de Sampaoli entendió el encuentro y gozó de ocasiones y de llegadas, aunque no las materializara. El Sporting sufrió, y más allá de una ocasión clara de Viguera en la que aguantó bien Rico, anduvo perdido, precipitado y duro, porque en la primera mitad se cargó de tarjetas, y eso que Iglesias Villanueva anduvo algo condescendiente con los locales. La primera mitad acabó con Nasri lesionado y con N'Zonzi pidiendo a gritos un compañero en el centro del campo; Iborra salió tras el descanso y el Sevilla mejoró en la segunda mitadPero el partido cambió. Podría decirse que con el empate de Moi Gómez, en una estupenda volea, pero en realidad lo que cambió fue la estrategia del Sporting, que retrasó sus líneas, se parapetó bastante más y provocó que el Sevilla jugara más en posesión, pero con más lentitud, y eso facilitó la tarea asturiana, defender, robar y salir rápido. Y lo hizo bien, porque saltándose el centro del campo provocaba bastante igualdad numérica en ataque. Cop, Viguera y Moi o Isma López se las veían cara a cara con los tres centrales del Sevilla, que no se complementaron demasiado bien, y de eso sacó jugo el Sporting. El partido se convirtió en una ida y vuelta. Porque el Sevilla atacaba en posesión y merced a la calidad de Nasri, Mudo o la llegada de algún jugador que se incorporara lograba percutir y crear ocasiones (remates de Vietto, Nasri, Vázquez al palo...), y el Sporting lograba crear peligro a la contra robando y aprovechando la soledad de N'Zonzi, que escenificó el francés al descanso con su conversación-discusión con Juanma Lillo, segundo de Sampaoli, mientras Nasri se lamentaba en el césped de una lesión muscular. Vitolo y Franco Vázquez capitanearon al Sevilla en una segunda mitad en la que generó innumerables ocasiones, aunque se echara de menos algo más de remateLos dos problemas, el de la lesión de Nasri y la soledad de N'Zonzi, tuvieron una solución común, Iborra, que suplió al francés y se ubicó junto al francés en la medular. Lo cierto es que la incorporación del valenciano ayudó a su equipo a sentirse más seguro con el balón, y a partir de ahí crecer en el partido desde la posesión, desde la construcción. Consiguió aumentar la combinación, la posesión, pero también la sorpresa y la posibilidad de que los carrileros se incorporaran 'llegando' más que 'estando', sobre todo Vitolo, que se activó de manera sobresaliente empezó a hacer de la banda izquierda y una vía fructífera. No era la única, pues a balón parado pudo marcar dos goles en sendos saques de esquina. El caso es que ocasiones tuvo el Sevilla, pero sin efectividad ni claridad en los últimos metros. Ben Yedder no anduvo fino, más allá de esa preciosa asistencia (fue cambiado por Sarabia), Vietto combinaba pero no encontraba otro nuevo remate, y con los minutos, tras varios intentos, tras varias ocasiones, el Sevilla poco a poco se fue apagando con esa sensación de haber hecho todo lo posible para ganar y no haberlo logrado. Alguna ocasión más tuvieron los de Sampaoli, porque de hecho, ya con menos constancia, seguía atacando y seguía generando peligro. El Sporting respondía, aunque con menos peligro y Sergio Rico estuvo bastante cómodo. No coronó el Sevilla el partido con el segundo gol que se había merecido y lo acabó lamentando, porque el partido era de esos que se debía ganar. En todo caso, sí se lleva a la boca el equipo de Sampaoli esa sensación de equipo hecho y de juego mejorado, pues la segunda parte fue bastante buena, aunque sin la guinda del gol. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com