La filosofía, lejana; la clasificación, cercana

El Sevilla FC ha puesto un pie y medio en los octavos de final de la Liga de Campeones, y para ello le ha valido con cubrir expediente en Zagreb, en un partido por momentos soporífero en el que su superioridad fue incuestionable pero en el que la relajación le pudo jugar una mala pasada en la segunda parte, en los pocos minutos en los que el Dinamo trató de merodear la meta de un Sergio Rico al que ni siquiera llegaron a probar. Además, acabó el equipo nervionense con un nuevo ‘fantasma’, el de ganar un partido oficial como visitante fuera de las fronteras españolas –no cuentan las finales de Varsovia y Basilea-, algo que no hacía desde que en mayo de 2015 se impusiera a la Fiorentina en Italia. Por su parte, la Juventus hizo los deberes y ganó en el campo del Olympique de Lyon, por lo que la clasificación para los octavos de final se podría concretar en la próxima jornada. Para empezar, Sampaoli fue más fiel a su idea, al menos en el dibujo, y salió con un once con tres defensas –regresaba Rami- y Escudero y Mariano actuando como carrileros. Por delante, N’Zonzi como pivote, y arriba la única referencia de Vietto. El técnico argentino sabía lo que le esperaba, un equipo replegado atrás y una posesión casi sin límite, por lo que dotó al centro del campo de más efectivos y los laterales abrían el campo jugando como extremos. La fórmula le sirvió para ganar, pero no para brillar. Y así fue. El Dinamo renunció al balón desde el primer momento y basaba todas las esperanzas en un error flagrante o una contra que cogiera a contrapié a los nervionenses. De hecho, la última línea defensiva estuvo compuesta por seis hombres durante buena parte del choque, a veces incluso siete. Eso provocaba que incluso los centrales blanquirrojos jugaran en ocasiones en el último tercio del terreno de juego. El autobús montado por los croatas provocó que la primera ocasión sevillista fuera por un disparo lejano de Mariano. En el 22’ Nasri avisó tocando con la puntera un centro de Escudero y quince minutos después hizo diana con el mismo recurso. Recuperó bien Mariano y salió el Sevilla rápido arriba en una de las pocas ocasiones en las que los croatas intentaron arrimarse al área de un espectador llamado Sergio Rico. Franco Vázquez, con un buen gesto técnico, arrancó la jugada hacia Nasri. Por la derecha se entendieron Vietto y Mariano y el centro del brasileño, que había iniciado la jugada, lo introdujo en la portería el jugador con más calidad de los que había en el terreno de juego. El movimiento incapaz del portero Livakovic resumió las diferencias entre ambos equipos.

Eso provocó un movimiento en el posicionamiento del Dinamo, aunque todas las intenciones de los locales quedaban en un adelanto de apenas diez metros en las líneas. Con todo, la segunda parte empezó con poco ritmo y acabó siendo aburridísima. Pudo acabar el Sevilla con el partido en el 58’, en una ocasión increíblemente fallada por Vietto. Franco Vázquez le puso un balón con oro, el delantero la bajó con calidad, pero solo delante de Livakovic le pegó con el tobillo. El Dinamo sabía que si tocaba la pelota más de lo que estaba en el guion, lo normal era que acabara en recuperación y en contra. Así se llegó a un tramo de partido absolutamente soporífero, el campeón croata sabía que necesitaba el milagro y el Sevilla jugaba con la convicción de que alguna que otra ocasión se le caería del bolsillo por méritos propios o por deméritos del rival. El caso es que la posesión de los visitantes era abrumadora pero la profundidad y la velocidad brillaban por su ausencia. Sólo se esperaba que pasaran los minutos. Lo peor es que los de Sampaoli caían en la relajación y eso espoleaba de algún modo al conjunto balcánico, que tuvo un tramo de cinco minutos en el que Toda la producción ofensiva del Dinamo de Zagreb se produjo en cinco minutos, aunque Sergio Rico no tuvo que hacer una sola parada en todo el partido.asustó por fin a Rico sin obligarle a hacer paradas. Primero con un disparo de Soudani que se envenenó y estuvo a punto de convertirse en tragedia. Al saque del córner provocado por el argelino le siguió un remate de Schildenfeld que se fue arriba por poco. Minutos más tarde Sosa también daba un aviso con un chutazo lejano muy peligroso. Sergio Rico no estrenaba sus guantes. De ahí al final el Sevilla gozó de una buena ocasión más, con un pase de calidad de Franco Vázquez al que Vitolo reaccionó una milésima de segundo tarde, lo suficiente para que el portero taponara su disparo. Ni siquiera apareció el esperado achuchón final del Dinamo de Zagreb –que demostró un nivel muy bajo- que llevara el miedo a la parroquia blanquirroja, que firmó una victoria sin brillo pero muy valiosa. En dos semanas toca finiquitar la clasificación ante un equipo al que, en Nervión, le debe caer un saco si demuestra lo mismo que hoy. Si la Juventus hace su parte, turineses y sevillanos se disputarán un primer puesto que puede ser una patata caliente. Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com