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Joaquín dirige la fiesta de Alegría

Joaquín celebra el gol ante el Málaga.
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Por fin. Sólo dos palabras para describir el triunfo del Betis ante el Málaga, tan necesario como merecido, aunque tuviera que aparecer Adán otra vez. Aunque Rubén Castro, ese genial delantero que intenta sobrevivir en la banda, fuese sustituido a falta de media hora. Esta vez, por fin, los béticos respiraron. Fue gracias a un buen gol de cabeza de Joaquín, al que muchos critican pero suele aparecer casi siempre. Ya quisieran más de uno tener la edad del portuense y la del canario y rendir a ese nivel.  Álex Alegría, con varios años menos, sigue como gran revelación y la grada se lo premió. El canterano ha dicho aquí estoy yo y no se baja del tren. Su fútbol es necesario para el Betis y para Poyet. Quien quiera jugar sólo tiene hacer lo que hace Alegría. Es muy simple. Sin ser top, Alegría ya ha escuchado en pocos partidos cómo la grada corea su nombre. Aunque no marque. El Betis salió decidido a dar un paso al frente, ante un Málaga lento y cierto miedo en el cuerpo. A Rubén no le hace falta estar lejos del área para ser el mejor, inventar cualquier jugada de la nada, como un taconazo para Rafa Navarro que levantó a la grada. El canterano, salvo algún error de inexperto, no desentonó y dijo sobre el césped que cuenten con él cuando Poyet lo estime oportuno. Ahora le falta saber que está en Primera y que el físico también cuenta. Calidad no le falta. Con quien sí cuenta Poyet es con Joaquín, con menos velocidad que en sus mejores años pero no pierde su calidad, incluso se apunta a robar balones como el que más. Y hasta a marcar. El portuense abrió el marcador con un certero cabezazo tras un medido pase de Musonda. Cuando tuvo hueco, el belga acertó. Mucho tiempo después, el Betis sabía lo que es ponerse por delante en el marcador como local. Sí, lo que parece lo normal en el Benito Villamarín es casi un imposible. O Sanabria se recupera pronto y juega a gran nivel o el nueve es para Álex AlegríaEsta vez ocurrió ante el Málaga, que despertó de su letargo con ese 1-0. Kuzmanovic metió el miedo en la grada con un disparo que se marchó por centímetros y poco después Charles se topó con el poste en un saque de esquina. El brasileño, siempre presente, asusta e incomoda, hasta que se topó con Donk. Pezzella, lesionado, dejó su sitio al holandés que se estrenó en Heliópolis... como central.  Quien también incordia, y mucho, es Álex Alegría, quizás la gran sensación del Betis hasta el momento. El extremeño se faja y baja todos los balones. Hacía tiempo que los béticos no veían a un delantero así. O Sanabria se recupera pronto y juega a gran nivel o el sitio de nueve, en este Betis, en el que Rubén sigue jugando de extremo, tiene nombre y apellidos. 

Jugada polémica

Pero el partido, tranquilo para el Betis salvo ese par de sustos, pudo cambiar en una acción que otro día, en otra tesitura, hubiera sido falta fuera del área y expulsión de Bruno. Álvarez Izquierdo incluso dudó si era penalti, aunque su mirada al asistente le hizo cambiar de opinión. Poyet respiró tranquilo tras sus críticas al colectivo arbitral. El Betis, eso sí, volvió a relucir alguna de sus carencias, como la de no controlar un partido que tenía de cara. Aunque Petros esta vez cumplió un buen papel, Felipe Gutiérrez no aguanta el ritmo ni por bajo que sea. Menos mal para el Betis que el Málaga también tiene muchas dudas, esté Juande Ramos o no en el banquillo. Adán apenas tuvo trabajo y fue Álex Alegría, ya tras la reanudación, quien pudo asestar el golpe definitivo. Miguel Torres evitó el gol in extremis en la misma línea. Ya sin Rubén sobre el campo, Adán volvió a aparecer con una mano salvadora tras un disparo a bocajarro de JuanpiCamacho, goleador la pasada temporada, estuvo a punto de repetir y firmar el empate, pero esta vez su cabezazo acabó en el larguero. El Betis dio un peligroso paso atrás en busca de una contra. Musonda rompía el ataque ante la desesperación de Joaquín y Rubén. El belga tiene cositas pero le faltan otras muchas. Y llegó un momento clave para el Betis. Poyet decidió cambiar al canario, desapercibido por su posición y sus molestias. No se quiso quitar del cartel y jugó.  Sin Rubén, el Betis montó una trinchera y le dijo al Málaga que ahora sólo iba a defender. Y sabía a lo que se exponía. El turno fue para Adán, sensacional en un disparo a bocajarro de Juanpi. El Málaga apretó el acelerador gracias al paso defensivo del rival pero esta vez el Betis supo dónde estaba y lo que tenía que hacer. Sólo el 1-0 hizo pensar a más de uno en la grada que la victoria se escaparía de nuevo. Y no se escapó. Por fin, dirán los béticos. Poyet se toma un día de tranquilidad después de tantos palos y tanto sufrimiento. El derbi, aunque es pasado, nunca se olvida. Como tampoco olvida Joaquín jugar al fútbol. Aunque tenga que marcar con la cabeza.   Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com