El Valencia CF no gana ni con los fichajes

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El Valencia CF de Pako Ayestarán no gana ni con los fichajes. El equipo remontó un 0-2 con un jugador menos ante el Real Betis en Mestalla, pero con el tiempo cumplido, el inefable Rubén Castro logró el 2-3 definitivo. Los de Pako Ayestarán dejaron que el Betis se adelantara en el marcador, vieron como su capitán Enzo Pérez se autoexpulsaba en una entrada a destiempo y, sólo merced a su mayor calidad, pudieron igualar la desventaja inicial. Rodrigo, de tiro raso y Garay tras aprovechar un rechace a la salida de un córner empataron. El respetable lo daba por bueno, a pesar de la mala imagen del equipo, y más cuando en el 92 Rubén Castro culminaba una contra y sentenciaba el duelo. Duro castigo para el Valencia.   De rojo reluciente saltó Alves al terreno de juego para celebrar su titularidad. El brasileño fue el primero en saltar al terreno de juego en el calentamiento y, pese al calor, la afición lo ovacionó. Casi tanto como a Gayà, que en dos ocasiones probó a Adán en los primeros cinco minutos. El de Pedreguer llevó de cabeza al Betis por su banda izquierda mientras la gasolinó aguantó. Con Mina de ayudante y Mario Suárez recuperando balones, canalizaron todo el peligro del Valencia en los primeros veinte minutos. El calor hacía mella. Tanto que, aprovechando la lesión de Fabián, los dos equipos se acercaron a sus respectivos banquillos para beber. Esas interrupciones hacían que el partido se trabara y que el dominio del Valencia no fuera constante. El Betis amenazaba. A la contra, sobre todo Joaquín, muy querido por estos lares, y Rubén Castro, ponían el ay en el cuerpo a la parroquia de Mestalla.     La balanza tenía que desequilibrarse en una jugada aislada. Pudo ser en el 25, cuando Parejo forzó una falta en la frontal que él mismo se encargó de lanzar pero que la barrera repelió; pudo ser en el 29, pero el tiro de Rodrigo se marchó al lateral de la red, y pudo hacer la suya Rubén Castro, después de un error de marcaje de Mangala. El francés, sin embargo, enmendó su fallo poco después al sacarle un gol cantado a Rubén Castro.

Calor, mucho calor y el gol

El calor sumió en un profundo sopor el encuentro. El partido bajó de revoluciones y eso favoreció al Betis. Los verdiblancos al trantrán empezaron a dominar más el esférico y, a la segunda que tuvo el ariete Rubén Castro, no perdonó. La jugada fue de tiralíneas: Piccini, Joaquín, Alegría y Rubén Castro participaron en el gol que ponía en franquicia a los andaluces al filo del descanso. Los de Poyet, en la grada por sanción, acabaron la primera parte dominando y dando la sensación de que habían noqueado a un Valencia, lento en el medio, poco profundo arriba e impreciso en defensa. Gayà, mareado, se marchó un minuto antes del descanso dejando su puesto a Montoya. Un minuto después, ya tras el paso obligado por los vestuarios, era Medrán el que entraba al terreno de juego por un lentísimo Mario Suárez

Joaquín pone la puntilla

La segunda mitad comenzó con la misma tónica que la primera: El Valencia CF quería, dominaba, tenía ocasiones y acechaba el área rival, sin embargo, una entrada criminal de Enzo Pérez con los dos pies por delante dejó al equipo con uno menos cuando aún quedaban 40 minutos por jugar. El partido tomó un derrotero bien distinto y el Betis lo aprovechó. Adán sacó rápido a Durmisi, éste de un toque cruzó el balón 60 metros y dejó sólo a Joaquín ante Alves que lo batió sin problemas. 

Munir: al larguero y Rodrigo dentro

Con una hora cumplida de partido debutó Munir. El ex del FC Barcelona sentó a Mina, uno de los más activos del equipo en la primera mitad. Tenía por delante la difícil tarea de ayudar a remontar un partido que estaba cuesta arriba. Por ganas y calidad no fue. El nou Nou del Valencia estrelló el balón en el larguero en la primera ocasión que tuvo. La acción levantó a la hinchada de sus asientos. Podía ser el principio de la reacción, pues a la jugada siguiente era Nani el que cabeceaba fuera por poco. Fue Rodrigo, sin embargo, el que secó su mala racha y acortó distancias en el marcador. Ahora sí, el hispano-brasileño acertó a batir a Adán cuando se quedó sólo ante el meta andaluz.La ilusión se desató en Mestalla y se convirtió en locura cuando Garay conseguía el empate en el 78. Tras un saque de esquina, Munir remataba en el primer palo, Adán detenía y el argentino, último fichaje del Valencia, lograba el empate. La fe y el coraje, imbuido por Alves desde atrás y secundado por todo el bloque revivieron un Valencia que quería remontar. Nani, Rodrigo y Munir empezaron a hacer diabluras y el Valencia se hizo acreedor de un tercer gol y darle la vuelta al marcador. Fueron los mejores 15 minutos del conjunto de Mestalla en estas primeras jornadas de Liga. A pesar del calor, de jugar con uno menos durante toda la segunda mitad, los de Pako Ayestarán encerraron a su rival y generaron hasta cuatro ocasiones claras. Perdonaron y lo acabaron pagando.  Con balón el Valencia no sufre porque no tiene que defender y, gracias a eso, dio la sensación de ser un equipo en vías de recuperación. Eso sí, todavía queda mucho y un buen cuarto de hora no hace olvidar una hora plagada de imprecisiones y menos cuando en el 92, Rubén Castro aprovechó una contra para establecer el 2-3 definitivo. Paradoja: jarro de agua fría en la tarde de fútbol más calurosa que se recuerda.     Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com