Comandante Raúl García

Asís Martín 30 SEP 2015 - 07:12h.

Ander Herrera: ¡si supieras la que armaste con tu fuga!...  Primero se marchó Bielsa, el hombre que te hizo enloquecer para que, ya sin su abrigo, volaras hasta Inglaterra con alas de niño para cumplir tu sueño de jugar en el “Unait”. A mí me defraudaste, pero a Ernesto Valverde, el sucesor de Marcelo, le hiciste la ´pascua´. Con el rosarino, jugabas a tus anchas ejerciendo de medio centro puro al amparo de Iturraspe y con un horizonte que De Marcos te despejaba para que Llorente las clavara hasta el fondo de la red.   Con Valverde, llegó Mikel, y el centro del campo se “en-rico-ció”, el de Arrigorriaga le cautivó al de adopción gazteiztarra, te sacó del engranaje, te ubicó donde estaba Oscar y fue así que el ´gudari´ De Marcos voló. Cuando sentí tu puñal en mi espalda, fue a Valverde al que más le dolió, desangrado virtualmente, el conocimiento perdió. Sin él, empezó a dar tumbos, no acertaba con el rumbo, gritaba, pero nadie le oía, llenó de fotografías Lezama, como si en búsqueda y captura, tú,  como si un traidor, tú, como si un proscrito, tú, como si un genio soberbio, tú, como si un ladrón de sueños…  Estaba triste. Lloraba. Le traían replicantes, pero nadie le llenaba. ¿Cambiar el sistema?... ¿Jugar con dos arriba?... De eso, nada, Toquero y Llorente, ´los ángeles de Joaquín´, al de Utrera lo mataron, Caparrós: ¡luto guardo aún por ti!...  Fue en eso que a Beñat del Betis lo rescataron, un ´jugón´ del sur trajeron, que tú convertiste en bufón, ¿de segundo delantero?...¡qué daño le hiciste, entrenador! Conversaciones en Lezama, y también en la Catedral: “Beñat ya sabe lo que pido, lo que al equipo le debe dar, será que si lo consigo, la medalla… y algo más”.

 Colocar a Beñat Etxebarria de segundo delantero argumentando nostalgia de Ander Herrera era un error colosal semejante a la canallada del vil cazador que le arranca los ojos a una golondrina. Y fue así que, tras la experiencia fallida de Valverde, por la llamada media punta pasaron tantos jugadores como los que caben en el casillero de un marcador.   Rectificar es de sabios, pero a Ernesto casi toda una temporada le costó entender que el que estaba equivocado era él, con su empecinamiento enfermizo de taponar la profunda herida que le causó Ander Herrera en su sistema a base de futbolistas de todo pelo, como en tropel.   Y ahora que el que reinó en Heliópolis ya gobierna San Mamés, con Iker Muniain renqueante a resultas de defender el puesto que Ander Herrera guardó en secreto y con engaños, la media punta vacía, qué cruz, por el tormento pasaron De Marcos, Viguera, Aketxe, Unai López, el propio Susaeta hizo en el puesto cameos, y hasta Guillermo y Whilians ladeados, e incluso Beñat, ahora, sí, como artista invitado y de lujo para brillar en el extranjero.   Como si su mayor logro fuera poder decir en rueda de prensa, “Mi media punta… y diez más”, del sur de Madrid a Jabi Eraso se trajo, buena temporada en el Leganés, y encima metiendo goles, no se hable más, aquí  por fin lo encajo. Y lo convirtió en titular. Pero lo suyo duró… poco, muy poco, como esas cosas tan ocurrentes y raras que menciona  Joaquín Sabina en sus canciones. Y fue así que, a punto de cerrarse el mercado de Agosto, Urrutia le compró a Valverde su juguete más deseado: ¿para qué esperar a Navidades si el muchacho, al parecer, está encantado?...   Pongamos que hablo de Raúl García. “Raúl García Escudero”, habla así de él ´tranfer markt ´en internet. Pamplona, 11 / 7 / 1986. 29 años. En su sazón de madurez. 1, 84 cm. Bonita estampa la suya. Medio centro ofensivo, si hablamos de su posición principal; media punta, y hasta extremo derecho, si nos vamos a lo secundario.   Viene de ganarlo todo, o casi todo, en el Atlético de Madrid, donde ha impartido justicia a las órdenes de Diego Simeone, conocido como el “cholo”, un futbolista de ´taco largo´, un entrenador guerrero, y triunfador, ese tipo de técnicos que construyen sus equipos a su imagen y semejanza. Raúl García era uno de sus capitanes. Carácter, entrega, fortaleza, compromiso, valentía… ¡basta!...

Ni que se hablara de una fiera, ¿Acaso no es un león?, Lo es, y con todas las de la ley, pero conviene hacer justicia con este futbolista apuntando, vamos, apunten…con el lápiz,  no con el fusil, señalando, les decía, que Raúl García fue distinguido con el ´Premio mediocentro de oro´ de ´Futbol Draft 2007´ tras votación de un jurado plagado de eminencias del mundo del balompié. En aquel once de oro figuraban dos centrales llamados Sergio Ramos y Gerard Piqué, el media punta era José Manuel Jurado…y Raúl García repartía juego en el centro del campo acompañado de un tal Francesc Fábregas, un tuercebotas, vamos.   Visionado el Real Sociedad versus Athletic Club en la taberna Aurkene, próxima a la casa de los sueños de mi villa jarrillera, ese bar (“bares: ¡qué lugares!”) al que entre semana Jose Gallastegi baja a echar la partida, Iñaki controla por si lo del as debajo de la manga y Carlos oficia conmigo de abogado del Diablo porque en mí ve la cara opuesta de entender sus veredictos, con el bar abarrotado, la atmósfera tensa y todos los comentarios hacia el lado en el que se recostaba como en siesta tardía mi otrora venerado trencilla Velasco Carballo, juez que ayer prevaricó, o se le fue la pinza y no sabía lo que hacía, en medio de la refriega televisiva, al tanto de las críticas que sobre la posición que ocupa en el Athletic Raúl García yo vertía, Eneko, un joven entrenador del fútbol base un tanto desencantado, me preguntó, Y tú, a Raúl García dónde lo pondrías.   No dudé, como nunca jamás había dudado, De medio centro…De medio centro  constructor, creativo  y ofensivo, maticé. Ese puesto que se les otorga a los jugadores que necesitan estar en relación continua con el balón para sentirse futbolistas: un continuo ofrecerse, control, conducción, afán asociativo y combinatorio, pases de todo tipo, y cuando convenga un regate, un caño, un disparo que se cuele por toda la escuadra, y si se tercia, un testarazo llegando desde atrás a la llamada irrechazable de un centro tocadito desde la línea de fondo.

 Va ya para la media docena de comparecencias, y de Raúl García apenas nada se sabe. Como desaparecido en combate. Desde que Valverde, ya de entrada, lo colocó de mal llamado “¡media punta que me aporte una decena de goles”, aquel ´bakalao´ de cabeza frente al Getafe, el interior de su bota a modo de pared como si de la pelota que le ofrece su compañero nada quisiera saber, un continuo elevarse al cielo en saltos muy estéticos, un desplazar su figura sobre la hierba como atleta elegante pero que el cuero no huele, como si fuera el que ocupa el centro de un rondo, como ayudante del juez, como fantasma que no puede intervenir porque de su alma le han privado, como la sombra de oro que en el Manzanares fue, como si nada, o mejor si se dice como si Beñat Etxebarria cuando Valverde colocándolo de segundo delantero o media punta le quitaba todo su valor.   Casi una temporada, ´Txingurri´, te costó entender que no llevabas razón, que lo tuyo era cerrazón, que Beñat, dirigiendo, y no tocando el tambor… Vamos, Ernesto, que Guevara ya murió, Fidel está la reserva… ¡que nos dirija Raúl!  Casa de los sueños. La Florida. Portugalete. Por Luis María Pérez , “Kuitxi”, periodista y ex jugador del Club Portugalete.