El nuevo Audi inspirado en los 80 es, sin duda, el más espectacular de la marca
El GT50 conserva el motor 2.5 TFSI de cinco cilindros, con aproximadamente 400 CV de potencia
Audi tiene un problema muy importante
Audi ha revelado uno de los prototipos más llamativos de los últimos años: el GT50 Trans Am. Este modelo conmemorativo rinde homenaje al icónico motor de cinco cilindros que la marca introdujo hace cinco décadas y que ha estado presente en algunos de sus vehículos más legendarios. Concebido sobre la base del Audi RS3, este concept adopta una estética radical inspirada en los coches de competición americanos de los años 80, con una reinterpretación moderna que lo convierte en un objeto de culto instantáneo.
El diseño del GT50 rompe de forma deliberada con las líneas convencionales del modelo en el que se basa. La carrocería se ha ensanchado con nuevos paneles fabricados en materiales compuestos, como la fibra de vidrio reforzada, y los pasos de rueda se han exagerado al máximo, siguiendo la estética de los vehículos del campeonato Trans-Am y del IMSA GTO. En un guiño directo a sus orígenes, el techo proviene de un Audi 80 clásico, y los voladizos extendidos y las superficies planas completan un conjunto de fuerte carga retro.
En el apartado mecánico, el GT50 conserva el motor 2.5 TFSI de cinco cilindros, con aproximadamente 400 CV de potencia. Esta unidad, asociada a una caja de doble embrague y al sistema de tracción total quattro, mantiene viva la filosofía de alto rendimiento que marcó la trayectoria de Audi en las competiciones de turismos de finales del siglo pasado. Cabe destacar que este bloque sigue siendo uno de los pocos de su tipo en producción y continúa siendo un emblema técnico de la marca.
Un homenaje retro con alma de circuito
El GT50 Trans Am no es un prototipo desarrollado por el departamento habitual de diseño de Audi, sino el resultado de un proyecto interno llevado a cabo por aprendices de la marca en Neckarsulm. Lo destacable en este caso es la combinación de precisión técnica, herencia estética y ejecución artesanal. Detalles como los escapes laterales, las llantas sobredimensionadas o el difusor trasero subrayan su orientación deportiva.
Aunque se trata de una pieza única sin intención de llegar a producción, el GT50 funciona como una poderosa declaración de intenciones. Llama especialmente la atención su capacidad para conectar pasado y presente, sirviendo como testimonio del peso que la historia y la competición siguen teniendo en el ADN de Audi.
