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El nuevo Mazda es, sin duda, el más bonito de la marca

Mazda CX-6e
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Mazda vuelve a demostrar que el diseño puede ser arte. En el Japan Mobility Show 2025, la marca japonesa ha presentado el espectacular Mazda Vision-X Coupé, un prototipo que no sólo anticipa el futuro de sus deportivos, sino que también recupera uno de los motores más legendarios del automovilismo: el rotativo Wankel. Este nuevo modelo no deja indiferente a nadie. El Vision-X Coupé representa la unión perfecta entre tradición e innovación. Mazda ha desarrollado un sistema híbrido enchufable que combina un motor rotativo de dos rotores con propulsión eléctrica. El resultado es una potencia total de 510 CV, una cifra digna de un superdeportivo. Además, puede recorrer 160 kilómetros en modo eléctrico puro y alcanzar hasta 800 kilómetros de autonomía combinada.

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El futuro de Mazda pasa por el Vision-X Coupé

El motor rotativo, símbolo de la marca, ha sido rediseñado para funcionar con gasolina sintética, reduciendo drásticamente las emisiones contaminantes. De esta forma, Mazda quiere demostrar que quemar combustible y respetar el medio ambiente pueden ir de la mano. Es una declaración de intenciones frente a los eléctricos puros. En cuanto al diseño, el Vision-X Coupé es una auténtica obra maestra. Mide 5,05 metros de largo y tiene una batalla de 3,08 metros, proporciones que refuerzan su presencia escultural. La silueta de crossover coupé con cinco puertas refleja una evolución del lenguaje KODO Design, con superficies limpias, curvas tensas y una trasera alzada que parece esculpida a mano.

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Diseño futurista por dentro y por fuera

Los faros delanteros afilados, las luces traseras embebidas en la carrocería y el perfil fluido hacen del Vision-X el coche más bello que Mazda ha creado hasta ahora. Cada detalle transmite elegancia y dinamismo, un equilibrio que pocos fabricantes logran.

El interior mantiene la filosofía japonesa del menos es más. Un habitáculo minimalista, con materiales nobles y un enfoque total en el conductor. Destacan el volante clásico, los tres relojes analógicos, un túnel central robusto y una gran pantalla integrada en el salpicadero horizontal. Todo respira deportividad y precisión.