Demasiada insensatez para un corazón tan pequeño

Girona 2-1 Sevilla: Resumen del partido
Girona 2-1 Sevilla: Resumen del partido
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Que no tiene sensatez, que muestra imprudencia e inmadurez en sus actos. Esa es la definición de la RAE para la insensato. En Sevilla, al menos a día de hoy, la representación no sería otra que el equipo que luce su nombre por el mundo: la inacción que acaba condenándote, las groserías que te condenan, la repetida insesatez para un corazón tan pequeño. No hay fecha, ni viento, ni temblor que cambie las cosas en Nervión. El Sevilla FC, a pesar de que podía haber engañado con este inicio de año, sigue siendo el mismo: el, hasta que sus rivales jueguen, 17º clasificado en LaLiga Santander. Lo del mal inicio ha caducado, lo del mal 2022, también. El riesgo de batacazo, con casi la primera vuelta disputada, es mucho más que real. Cuando los sustos se han hecho habituales en tu corazón, lo normal es que no apagues las luces pronto en casa, pero este Sevilla no es que no encienda la luz, sino que va con los ojos vendados. Y no solo va vendado porque se atreva a perder hasta seis balones en la frontal, porque nadie se de cuenta que sacar la pelota es tan bonito como ineficaz cuando no sabes hacerlo, no, va con los ojos cerrados porque a 14 de enero apenas ha ganado tres partidos en LaLiga Santander, porque está igualado a puntos con el descenso... y nadie parece hacer nada.

 Nianzou celebra su gol al Girona.

Evidente, para que la situación cambie, hay que mover el árbol, pero en el Sevilla, al menos a día de hoy, nadie parece tener fuerza para moverlo. El entrenador, que llegó a regañadientes, lo dijo en noviembre: o modificamos las formas, o el barco acabará hundido. Pepe Castro, Del Nido Carrasco y Monchi, el que siempre pone el cuello, prometían un esfuerzo enorme, una responsabilidad, una capacidad incomparable para conseguir fichajes y renovar la plantilla, hacerla competitiva y capaz de pelear, de una manera u otra, por salvar la temporada. Tras 14 días de mercado (además de los de diciembre con el Mundial detenido), ha llegado un único futbolista, Sampaoli sigue sin lateral zurdo recambio para Acuña (que se pierde el partido ante el Cádiz), sin otro central que permita a Gudelj y Fernando salir del eje defensivo y sin frescura en esa zona alta que parece perderse en cada contragolpe. Lo peor no es fallar en una, dos (o seis) salidas de balón, lo peor es repetir el error; lo peor no es fallar en el mercado de fichajes de verano, lo peor es repetir los errores en el de invierno. En resumidas cuentas, lo peor no es equivocarte, que es humano y hasta normal cuando estás tan arriba, sino no aprender de tus propios errores. En este Sevilla hay demasiada insensatez para un corazón, el de sevillista, tan pequeño. Y la historia, por desgracia para ellos, parece escrita.