Una cesión para Pablo García

Lógicamente, no quiero influir en la decisión, si que es finalmente hay, de una salida del Betis. Pero sí manda un consejo a Pablo García: hay que dar el paso ya para crecer y volver. Lógicamente, repito, no soy nadie para aconsejar a un chaval que tiene a su familia muy pendiente, que sigue todos sus pasos, y que siempre querrá lo mejor para él. Esto está claro, que uno es padre también. Pero hay veces en la vida que hay que tomar decisiones dolorosas, pensando en el bien de uno mismo... y de su familia. El Oviedo, de momento, ya ha llamado a su puerta.

Pablo García no es un canterano más del Betis. Todo lo contrario. Ha mamado el Betis desde chiquitito, no ha sido uno de esos fichajes engañosos para el filial y que luego bajan el nivel de la plantilla. Todo lo contrario. Ha ido creciendo en su Betis, dando pasos de gigante año tras año hasta cumplir su sueño: debutar en el primer equipo. Toda la vida deberá estar agradecido a Manuel Pellegrini por la oportunidad que le dio y por la confianza que tiene él. Mucha o menos de mucha, lo cierto es que Pablo García tiene sus minutos en este Betis. Ahí está el derbi para corroborarlo.

Suplente de Antony podrán decir muchos, pero es que ser suplente de Antony no está al alcance de cualquiera. Por eso, porque tiene nivel y porque debe dar mucho más, Pablo García debería buscar una cesión en el próximo mercado de enero. A un equipo donde vaya a ser capital general que, afortunadamente, los hay. Tiene el ejemplo de Fabián, igual de bético que él. Y claro está que antes que Pablo deben salir otros jugadores del Betis como Bakambu o Chimy Ávila, en estos casos por beneficio del Betis si luego llegan fichajes de nivel.

El paso es complicado, yo lo entiendo. Salvando las distancias, esto puede ser como si dejan fuera a tu hijo del equipo donde ha jugado toda la vida con muchos amigos y va a otro con más amigos pero de menos nivel. Tiene la opción de salir a otro club, pero te queda la duda de si seguir en el mismo por comodidad (aunque se cabree por haber sido rechazado) o de dar el paso a otro sitio, conocer a nuevos amigos y poder crecer como futbolista. Que Pablo se lo piense, yo no lo veo mal.