Getafe 0 - 1 Espanyol: Leandro Cabrera encuentra oro en el caos y tumba al Getafe

El Getafe acumuló centros y cambios, pero no encontró soluciones reales
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No fue un partido para paladares finos, pero sí para equipos con convicción. En un Coliseum convertido en un campo de batalla, el Espanyol supo leer mejor el desorden, castigar el momento justo y blindarse después. Un cabezazo de Cabrera nada más volver del descanso rompió un duelo espeso y permitió a los pericos salir victoriosos de un encuentro marcado por las faltas, las interrupciones y la tensión constante.
El cabezazo de Leandro Cabreras
El primer tiempo fue un intercambio de golpes sin precisión, más ruido que fútbol. Muchas faltas, tarjetas tempranas y un ritmo constantemente cortado impidieron que el partido fluyera. Aun así, el Espanyol fue quien más cerca estuvo de adelantarse, especialmente a balón parado y con Edu Expósito llegando desde segunda línea.
Nada más arrancar la segunda parte, el guion cambió. Cabrera apareció sin vigilancia en el área y cabeceó con tranquilidad para firmar el 0-1. Un gol que hizo justicia al planteamiento perico y que premió la insistencia de un equipo que había sido más reconocible hasta ese momento. El Espanyol incluso rozó el segundo, pero un fuera de juego milimétrico privó a Pere Milla de ampliar la ventaja.
Resistir también es competir
El tanto obligó al Getafe a adelantar líneas y Bordalás respondió agitando el banquillo. Hubo más centros, más juego directo y más presencia en campo rival, pero no más peligro real. El Espanyol se sostuvo desde la solidez, con una defensa concentrada y un Dmitrovic que transmitió seguridad en cada balón colgado al área.
Los minutos finales volvieron a llenarse de interrupciones, duelos individuales y choques constantes. El partido se jugó más con el cuerpo que con el balón, y ahí el Espanyol se movió cómodo. Supo enfriar el encuentro, defender el resultado y cerrar una victoria que habla de carácter, oficio y saber sufrir.
