Las notas de los jugadores del Sevilla ante el RCD Espanyol: uno por uno
El Sevilla FC ha conseguido su primera victoria de la temporada en su visita al RCD Espanyol. Un partido que se puso de cara con un 0-3, pero que acabó siendo un sufrimiento ante el empuje de los locales. En ElDesmarque le ponemos nota a los jugadores sevillistas. Bono (5): Falló en el segundo gol, no blocando un balón que debería haber agarrado. De todos modos, sin necesidad de hacer intervenciones estratosféricas, dio seguridad en un partido francamente complicado. Carmona (9): Juega de lateral y nada más empezar deja a Lamela en disposición de marcar el 0-1. Marca el 0-2 tras un rechace y el 0-3 siendo más listo que Cabrera. Partidazo del canterano, con dos goles y una asistencia. El del Viso lo da todo, y se ha ganado por derecho propio un puesto fijo en el primer equipo.
Gudelj (7): Una vez más demuestra que juega mucho mejor como central que en el centro del campo. Buen partido del serbio jugando como gran jefe de la defensa sevillista. Kike Salas (6): Correcto partido del canterano, la gran apuesta de Lopetegui, que se las tuvo que ver con delanteros nada sencillos de cubrir como Joselu y Braithwaite. Estuvo bien en la salida de balón y en las marcad. Fue cambiado en el minuto 66 cuando el partido se complicó Acuña (5): Activo en ataque, llevando mucho peligro, su partido se vio marcado por el penalti que Cuadra Fernández pitó cuando expiraba la primera parte ¿Fue penalti? Pues en la lotería del arbitraje esta vez tocó que sí. Vio una amarilla en esa jugada y fue cambiado tras el descanso por Alex Telles. Fernando (7): Desfondado hasta decir basta. Incluso acabó mareado el partido, viendo hasta una amarilla por ello… Mantuvo su posición y firmó un buen partido, aunque se le ve falto del físico que exhibía en otras temporadas. Joan Jordán (5): El mejor partido de Jordán en los últimos tiempos. Sin ser especialmente destacable, volvió a mostrar algunas de las virtudes que parecían olvidadas y, sobre todo, se guardó de no cometer pérdidas absurdas que comprometieran a su equipo. Óliver Torres (6): Está siendo de los mejores en el centro del campo en este inicio de temporada, y estaba muy activo jugando en una de las bandas y llegando hacia el centro. Se lesionó tras un pelotazo y tuvo que ser cambiado. Erik Lamela (5): Marcó un golazo en el minuto 1 culminando un contragolpe. Estuvo egoísta en muchas contras, aunque muy activo. Se autoexpulsa con una amarilla totalmente evitable a cinco minutos del final. Isco (6): Está decidido a ser el líder del equipo. La pide desde el principio hasta el final. Acabó el partido fundido, aunque completó los 105 minutos de juego y eso es una buena noticia. Pese a estar poco mejor que muerto, fue el que intentó mantener la pelota cuando más falta hacía. En-Nesyri (6): Solo le faltó el gol. Su aportación en defensa es extraordinaria para un delantero, y en partidos como el de hoy fundamental. Un cabezazo suyo provocó el segundo gol y tuvo dos ocasiones en las que Álvaro Fernández le ganó la partida. Alex Telles (6): Salió para sustituir a Acuña y fue de los pocos que en la segunda mitad se fue hacia arriba. Dio una gran asistencia a En-Nesyri en una contra que no acabó en gol por poco. Nianzou (5): Cuando el Espanyol tocaba a rebato, Lopetegui metió a sus dos centrales titulares. Llovía de todos lados, pero Rekik (5): Igual que Nianzou. Aportó para dejar la portería igual cuando el Espanyol apretaba. Jesús Navas (5): Salió para aportar su experiencia en unos minutos finales complicados y lo hizo. Rakitic (5): Otro capitán que echó una mano en un momento fundamental para su equipo y su entrenador. Lopetegui (7): Primera victoria del Sevilla en esta temporada que le salva de la destitución. Se la jugó con un once que nadie entendió y que le sirvió para ponerse pronto con 0-3 en el marcador. El equipo, como en toda la temporada, acusó los golpes y sufrió mucho en la segunda mitad, especialmente desde la expulsión de Lamela. Si de primeras apostó por la juventud, en el tramo final tiró de la experiencia para amarrar una victoria balsámica. La necesitaba.