José Castro recuerda la final de Turín: "Esa era nuestra copa y debía volver a Sevilla"

Este 14 de mayo se cumplen seis años de la tercera Europa League del Sevilla FC, ante el Benfica en Turín. Fue la primera de José Castro como presidente, por lo que jamás olvidará aquella noche. "Se pone la piel de gallina reviviendo esos sonidos. Cuando los colores del Sevilla FC se elevan al viento consiguiendo un título continental, pocas cosas puede haber que dé más alegrías a un sevillista", ha comentado el presidente en la radio oficial del club. Sobre el nerviosismo previo: "Las horas previas fueron de alegría, de ansiedad... de eso que nos entra a los sevillistas cuando vamos a una final, alegría y responsabilidad por lo que pueda ocurrir. Seguimos una buena línea de seguir ganando títulos en las finales. No en vano, jugábamos contra un equipazo que acababa de eliminar a la Juventus en semifinales. El partido fue duro y competido". "Era mi primer título como presidente, pero antes ya era sevillista, por lo que el más importante fue el de Eindhoven, que abrió el camino y dio fuerzas para conseguir todos los demás. Fue un año de cambio de presidente, en el que Emery parecía que no funcionaba, llegó el gol de M`bia... Fueron muchas cosas antes de esa final y la realidad es que el partido fue expectante, de mucho ímpetu. El rival nos pudo superar en ciertas fases del juego, pero el equipo luchó y se mantuvo para terminar haciendo una noche de alegría enorme para todos. Se puede decir que Turín recuperó de nuevo el respeto nacional e internacional volviendo a la élite de las finales", continuó el presidente blanquirrojo.

Los recuerdos de José Castro
Turín fue un antes y un después para José Castro: "Recuerdo a Roberto Alés, que estuvo allí, disfrutando de todo aquello. Las victorias tienen muchos padres y las derrotas todo lo contrario. Yo creo que el proyecto siguió funcionando los años siguientes y ya vamos por seis años en los que hemos presentado buenos números: tres UEL, diez finales, seis clasificaciones europeas, cuartos de final de Champions League después de 60 años, reformas de instalaciones profundas, estando dentro de los 25 clubes más valiosos del mundo... Turín permitió todo esto después". "El sevillismo siempre cree, siempre tuvo fe, y así actuó el equipo. El rival estaba lleno de magníficos jugadores. Supimos sufrir y aguantar el arreón y supimos jugar una final para ganarla en el último suspiro y que viniese para Sevilla. Recuerdo que decíamos que esa era nuestra copa y que debía volver a Sevilla. Estábamos convencidos y esas ganas y esas fuerzas hicieron que fuésemos capaces de conseguirlo. Creo que ha sido la final en que más problemas deportivos tuvimos. El Benfica jugó una primera parte extraordinaria, pero esa copa era para nosotros desde el principio por todas las cosas previas que pasaron. No podíamos perder esa final, independientemente del rival que tuviésemos enfrente", concluyó.