La rodillera de Rodrigo llega del futuro

Al menos tres meses sin Rodrigo
Mensajes de ánimo a Rodrigo
El delantero del Valencia CF, Rodrigo Moreno, afronta su primera semana de recuperación tras caer lesionado el pasado sábado en el Calderón ante el Atlético de Madrid y ahora llegan días complicados en los que tiene que cumplir a rajatabla una serie de plazos marcados por los servicios médicos del club. Se ha decidido que el hispano-brasileño se recupere de su lesión en el ligamento cruzado posterior (LCP) mediante un tratamiento conservador, por lo que no ha pasado por el quirófano y mediante el uso 24 horas de una rodillera de última generación traída de Alemania y con una serie de precauciones y premisas en los ejercicios logrará que en tres meses esté de vuelta a los terrenos de juego. La rodillera que está utilizando el valencianista es especial para la recuperación del LCP, inmoviliza al 100% la zona afectada y eso permite una mayor regeneración del ligamento afectado, según fuentes consultadas. La tiene que llevar las 24 horas del día, para andar (ayudado por las muletas), incluso durante la rehabilitación, pero también para dormir. La llevará siempre los dos primeros meses con el objetivo prioritario de proteger el ligamento, disminuir el edema, para la activación del cuádriceps, para mejorar la marcha y también para educar al paciente. Los servicios médicos del club han dividido en cuatro fases la recuperación de Rodrigo Moreno y aunque será la evolución de su rodilla la que marcará los plazos, se espera que se pueda ajustar a los plazos marcados que les adelantamos. El delantero ché se encuentra en una primera fase que durará alrededor de tres o cuatro semanas, en las que el objetivo principal es proteger su LCP.
Protección del ligamento
En los primeros días se le ha mandado mucho reposo, hielo en la zona afectada, compresión y elevación de la pierna, aunque tiene que evitar la hiperextensión de su pierna, la traslación tibial posterior y hacer cualquier tipo de ejercicio de isquiotibiales. Por supuesto la carga parcial de peso siempre con muletas y el rango de movilidad de la rodilla reducido. En ese primer mes ya podrá hacer ejercicios pero con mucha precaución: Activación cuádriceps mediante ejercicios isométricos (elevación de la pierna recta), estiramientos y elongación de los gemelos, abducción y aducción de cadera, bicicleta fija sin resistencia, cambios de peso entre las piernas, caminatas en piscina, fortalecimiento de la zona abdominal (core) y de los miembros superiores.
Primeros ejercicios
A partir del primer mes y hasta casi los dos meses, Rodrigo deberá seguir llevando esa rodillera 'futurista' que le evitará la hiperextensión de la rodilla, la traslación tibial posterior y le limitará a la hora de hacer los ejercicios de fortalecimiento bilaterales a no más de un 70º de flexión de rodilla. Las cargas de peso aumentarán progresivamente según la tolerancia que tenga el punta ché. El rango de movilidad será completo en decúbito pro y supino. Además, comenzará a hacer ejercicios bilaterales, unilaterales estáticos de fortalecimiento y deberá desarrollar la resistencia muscular. Y a los ejercicios de la primera fase, ahora se unen tres más como las sentadillas progresivas, trabajo en prensa (flexión de rodilla), caminatas en cinta inclinada entre el 7-12% y ejercicios de propiocepción y balance.
Progresos en la movilidad y fuerza
En la fase tres de su recuperación, Rodrigo ya podrá usar la rodillera de forma discontinuada, a los dos meses y medio, y los objetivos en este periodo son claros progresar en el fortalecimiento de la movilidad más allá de 70º de flexión con ejercicios aislados de isquiotibiales, se comenzará a desarrollar la fuerza muscular con el propósito de preparar al futbolista para su actividad deportiva. Son habituales los ejercicios de bicicleta y caminatas en cinta, así como trabajo dirigido a la flexión de la rodilla: sentadillas balanceadas, prensa bilateral y carga del peso muerto unilateral.
Retorno a la actividad
Rodrigo comenzará a correr en esta fase, en esas dos tres semanas, y deberá aunar las caminatas con el trote en series de cinco minutos durante media hora cada día. Cada vez irá dejando el caminar para ir incorporando el trote y el correr. Cuando la progresión sea completa, continuará con la ganancia de agilidad. Se le hará una evaluación clínica para comprobar y evaluar la curación de su LCP. Si todo va bien y tiene la aprobación del médico, a la semana 11-12, el deportista tendrá el retorno al deporte, primero sin contacto y según acepte las cargas de trabajo, comenzará a trabajar con balón, pero siempre cumpliendo los criterios marcados y viendo su evolución: tiene que tener una movilidad completa, que tenga casi la fuerza habitual en los cuádriceps (al 90º), que no exista inestabilidad en la rodilla y lo más importante que el futbolista esté mentalmente preparado para retornar a la práctica deportiva, que abandone el miedo a lesionarse de nuevo. [galeria_jm path="201516/Valencia_CF/Competicion/Liga/Visitante/ATLETICO/PARTIDO/rodrigo"]