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Red Bull, el gigante que asesinó y maltrató los orígenes de Salzburgo

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Red Bull es dueño de cuatro equipos en puntos diferentes del planeta. Ya brilla en Leizpig, se hace fuerte en Nueva York y busca dar un paso adelante en Brasil, aunque moldeó su primer 'conejillo de indias' en Salzburgo. También había un quinto en Ghana, que ejercía como academia de captación, aunque fue cerrado. Una 'fábrica de odio' que atenta contra los valores del fútbol puro, mal que sea sinónimo asegurado de éxito.

Red Bull siempre se ha vinculado al mundo del deporte, pero en el fútbol su éxito no fue tan laureado. Intentó abrirse mercado en distintos sitios como Accra, New York, São Paulo. Fue en Salzburgo donde encontró el primer proyecto sólido para abrirse camino en Europa. Eso sí, lo hizo en contra de sus aficionados.

En Austria, de donde es Dieter Mateschitz, el dueño de la bebida energética, la marca del toro rojo apostó fuerte en convertir el antiguo Austria Salzburgo en el nuevo equipo de la entidad.

Salzburgo, a la sombra de las grandes ciudades

El club nace en 1933 con la fusión de los dos equipos de Salzburgo. El Hertha y el Rapid unieron sus fuerzas en la cuarta ciudad más poblada del país para concebir el SV Austria Salzburg. Una fusión que no tuvo el efecto deseado, ya que tuvo que esperar dos décadas para ascender a la máxima categoría. Un club humilde que alternaba ascensos con descensos, con contadas alegrías. Fue a finales de los 70' cuando la entidad experimentaría sus primeros grandes cambio.

Casinos Austria, una importante empresa del país, patrocinó y cambió el nombre del equipo. En 1978 el Casino Salzburg obtuvo una importante inyección económica que le llevó a ganar tres veces la Liga de Austria y alcanzar incluso la final de la UEFA (1994), aunque cayó ante el Inter de Milán. Con la entidad saboreando sus primeros éxitos, fue la compañía financiera Wüstenrot-Gruppe la que pasó a convertirse en el patrocinador principal. De nuevo se cambió el nombre, aunque este fue el último que respetó la historia del club.

El Casino Salzburg en la final de la UEFA.

Red Bull maltrató la historia del club

Aunque Casino Austria y Wüstenrot impusieron un fuerte patrocinio, Red Bull derribó todos los límites. Fue en 2005 cuando los responsables de marketing de Red Bull vieron en el fútbol un buen vehículo para promocionar su producto. Aquello fue el final de la historia. O el principio de otra bien distinta. Cambiaron el uniforme, del histórico violeta se pasó al rojo, modificaron el estadio y hasta el escudo. De un futbolista con un balón pegado al pie se pasó a los dos toros rojos de la marca.

Una 'bomba' de identidad para los aficionados, que no reconocían a su club. Así nació un desapego que explica el habitual estado, cercano a lo desértico, de las gradas del Red Bull Arena. Los patrocinadores anteriores sí respetaron los símbolos del Salzburg pero Red Bull los borró de una tacada. Hasta el punto de sustituir sus colores y esconder los trofeos conseguidos en un pasado. Una política de represión que llegó al punto de expulsar a hinchas que asistían con las antiguas camisetas del club.

Imagen del Red Bull Salzburgo.

Se refundó el SV Austria Salzburg

En septiembre de 2005 la curva de los hinchas del Salzburgo abandonó el partido en el minuto 72, conmemorando los 72 añosd e historia de su equipo. Además lanzaron un serio aviso a Mateschitz, dueño de Red Bull, repartiendo gafas con lentes morada para que los aficionados vieran a su equipo con sus colores originales.

Posteriormente el SV Austria Salzburg fue refundado por un grupo de aficionados que renegaba de Red Bull. Acaparó la simpatía de una parte importante de la ciudad y arrancó desde la séptima división de Austria. Llegó a experimentar cuatro ascensos consecutivos hasta recalar en la tercera categoría y posteriormente subió a Segunda, ganando fuerza la opción de ver un derbi en la élite entre los dos, aunque en estos últimos años el éxito incipiente del SV Austria Salzburg ha decaído.

SV Austria Salzburgo.

Volviendo a 2005, la tensión institucional inundaba al Red Bull Salzburgo, que a modo de 'compensación' incluyó en el escudo un balón de fútbol similar al que sobresalía en el escudo tradicional. Además, se incluyó en el palmarés del equipo los títulos conquistados antes de la llegada de Red Bull y se regalaron camisetas gratis, aunque eso no borró un ápice el malestar de sus hinchas.

Una fábrica de odio pero exitosa

Un atentado contra los valores históricos del club y de sus aficionados que quedó contrarrestada con la magnífica gestión de Red Bull. Gracias a ese poderío económico el club cambió por completo su idiosincrasia. Una gestión que les ha llevado a conseguir multitud de éxitos a nivel local, acumulando 12 ligas en 15 años, además de convertirse en un clásico tanto en Europa League como en Champions.

Ahora el Red Bull Salzburgo es un referente para el fútbol mundial en los cuidados del fútbol base. I+D, confianza y paciencia, las claves del éxito. Naby Keita, Sadio Mané, Upamecano, Szoboszlai, Patson Daka, Erling Haaland, Haidara... Son algunos de los futbolistas que más han dado que hablar en los últimos años y lo seguirán haciendo en el futuro. Todos ellos tienen en común el haber salido de una de las canteras más prolíficas de Europa, la del RB Salzburgo.

De Salzburgo a Leizpig

Tras su desembarco en Austria, la marca Red Bull buscó la manera de entrar en el fútbol alemán. Un reto complicado debido a la cultura futbolística existente en el país germano. El valor del aficionado y la tradición prima por encima del capital y el poderío económico de marcas o personalidades adineradas.

De hecho antes FC Sankt Pauli, 1860 Múnich y Fortuna Düsseldorf ya dieron sus negativas a abrir la puerta a la llegada de franquicias. Finalmente en 2009 la marca pudo hacerse de la plaza del pequeño SSV Markanstädt , ubicado cerca de Leipzig y participante de la Quinta División del fútbol germano. Al igual que su homónimo austriaco, el RB Leizpig se ha convertido en un nuevo clásico del fútbol europeo.

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