"Papá, ¿por qué somos del Betis? Por esto, niño, por esto"

Real Betis 2-1 Real Madrid: Resumen (Jornada 27)
Real Betis 2-1 Real Madrid: Resumen (Jornada 27)
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Pongámonos por un momento en la mente de un niño cuyo corazón esté trazado por las trece barras. No en la del padre o en la del abuelo, quienes quizá hayan sentido correr su sangre verdiblanca enardecida por momentos inolvidables. Detengámonos en la del chaval, ingenua, curiosa, preguntona. Más de una y de dos veces la habrá asaltado esa pregunta oscura e inquietante: "Papá, ¿por qué somos del Betis?". A poco que haya hecho la comunión, seguro que le ha tocado sufrir alguna ráfaga de mofas de los amigos en el barrio o de los compañeros de colegio por mor de la eterna rivalidad. Seguro que sus oídos han retumbado con cohetes del bando enemigo mientras sus sueños languidecían intactos encima de la mesita de noche. Ser niño y ser del Real Betis es un oficio complicado en la ciudad más dual. Si los béticos se precian de existir presos de un sentimiento, un niño bético parece condenado a fallecer en un bucle de fe perpetuo. Los veteranos curtidos en mil y un fracasos aún pueden desempolvar ciertas alegrías recientes para seguir alimentando su dogma. La mente de un niño es mucho más blanda. Y guarda menos memoria en el disco duro.

Momentos para la dichosa preguntita

La presente temporada ha brindado diversos momentos desencadenantes de la dichosa preguntita. Me imagino a esos padres béticos rebufando, moviendo la cabeza de manera nerviosa, mirando al cielo en busca de respuestas que se disipan en el aire. No debe de haber cosa más desconsoladora que no poder consolar a tu hijo.

 Joaquín se dispone a golpear el balón ante Sergio Ramos.

Este domingo, la pregunta habrá brotado desde por la mañana de innumerables labios tiernos, ávidos de conocer por fin el sentido de una pasión incontenible. El Betis se plantaba ante su legión de sufridores con un solo triunfo en lo que va de 2020, en medio de una preocupante crisis de identidad en el juego y sintiendo ya el aliento de los puestos de descenso en la nuca: "Papá, ¿por qué somos del Betis?.

Un Real Madrid jugándose el título

Y de invitado en Villamarín, nada menos que un Real Madrid jugándose el título de LaLiga Santander, recién restañada su autoestima por un brillante triunfo en El Clásico ante el FC Barcelona y calentando motores para intentar otra remontada histórica en Champions: "Papá, ¿por qué somos del Betis?". Y, entonces, cual Ave Fénix resurgiendo de sus cenizas, como Moisés abriendo las aguas, a la manera que Curro Romero salía del burladero frunciendo el ceño, el Betis mismo clavó la respuesta sobre el césped. Buen fútbol, emoción, diabluras del genio Fekir y un gol de Tello que quita muchas penas. Lo que parecía el canto del cisne de Rubi se convirtió de súbito en un abrazo fraternal a Setién; en un alivio para los desconfiados; en la simiente de una nueva ilusión. "Papá, ¿por qué somos del Betis? Por esto, niño, por esto".