¿En el Athletic, falta exigencia o sobra responsabilidad?

(Mediaset) Muniain recoge el trofeo de subcampeón de la Copa del Rey
(Mediaset) Muniain recoge el trofeo de subcampeón de la Copa del Rey
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Pasada la desilusión de una nueva final perdida en La Cartuja por el Athletic Club, me atrevo a hacer una reflexión sobre qué es lo que ocurre para que llevemos tantos años sin saborear la victoria en una final de Copa del Rey. Son seis finales coperas consecutivas perdidas, desde aquella lejana contra el Atlético de Madrid en el año 85, a las más recientes del siglo XXI (2009, 2012, 2015, 2020 y 2021), y siete si contamos la final de UEFA Europa League de 2012. Entre tanta desilusión hemos saboreado dos Supercopas, 2015 y 2020, ambas ante el FC Barcelona de Leo Messi, que nos han servido para demostrar a mucha gente que este equipo, con su particular filosofía, es capaz de competir contra los mejores y ganarles.

Llegar a jugar finales está muy bien, no todos pueden decir lo mismo, pero las finales se juegan para ganarlas.

Y en ese sentido me siento dolido como athleticzale, porque no he visto al Athletic, a los leones de San Mamés. He visto un equipo temeroso, encerrado atrás, esperando a ver si suena la flauta. Pero sin disparar a gol en todo el partido, es imposible.

 Iñigo Martínez, abatido, tras uno de los goles del Barça al Athletic Club de Bilbao.

Jugamos contra selecciones, los once aldeanos, Beti Zurekin,…

Todo ese tipo de frases demuestran un poco de sentimiento de inferioridad ante los equipos que nos ganan, cuando en el fondo deberían darnos ese plus para afrontar las finales con garantías. Y ese plus lo llevo echando de menos desde hace unos años. El Athletic es un equipo grande, con 24 Copas, 8 Ligas, 3 Supercopas y 2 subcampeonatos de la UEFA. Jugadores de talla mundial han vestido nuestra camiseta, y todo ello con nuestra particular filosofía, que nos hace ser envidiados a nivel mundial.

Vestir los colores zurigorris debe ser un orgullo y una responsabilidad, y esos valores no se pueden echar a perder estando en finales pero no disputándolas.

 El Athletic Club impulsaba un concurso de balcones engalanados de rojiblanco.

Detrás del Athletic hay un pueblo que sufre y disfruta con las derrotas y las victorias de su equipo, que se desilusiona y perdona cuando los jugadores dan todo lo que llevan dentro. Pero creo que es hora de exigir un cambio de mentalidad, y disputar las finales para ganarlas. Solo queda cerrar la temporada lo mejor que se pueda, fuera de Europa y con la salvación casi asegurada. Y esperar que la próxima se dé un salto de calidad de la mano de Marcelino, y luchar por una nueva final de Copa, la tercera en tres años, y por ganar la Supercopa. AUPA ATHLETIC!!