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La crisis del Mallorca aumenta con la eliminación copera y la afición señala a los culpables

El once titular del Mallorca en Riazor. RCD Mallorca
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El RCD Mallorca dijo adiós a la Copa del Rey este pasado martes, en un partido en Riazor ante el Deportivo de La Coruña. Pero más allá de lo puramente deportivo y de los diferentes problemas que tuvo Jagoba Arrasate durante el choque (en rueda de prensa explicó que todos sus cambios estuvieron condicionados por problemas físicos), son muchos aficionados que tienen muy claro el por qué pasó: lo ocurrido en tierras gallegas es la gota que ha colmado el vaso. La temporada del Mallorca no está siendo, ni mucho menos, la más plácida de los últimos años. En verdad, no solo la temporada; el 2025 en general. Y es que el año empezó con una racha de resultados muy negativos. Tras una primera vuelta (en la 24/25) donde los bermellones se consolidaron como la revelación del campeonato, la Supercopa y la Copa del Rey -con derrotas ante Madrid y Pontevedra respectivamente- creó un importante punto de inflexión. Durante el pasado curso, en el tramo final, los imperfectos de la plantilla empezaron a brotar. El equipo casi se clasificó para Europa, pero su segunda vuelta fue tan desastrosa que algo que podía ser un sueño se convirtió en pesadilla.

En verano todo el mundo era consciente de que algo pasaba. Arrasate exigió a la parcela deportiva un paso adelante, y éstos claramente no han estado acertados. El lastre de Cyle Larin condicionó por completo la planificación deportiva; así como el 'problema' en la portería teniendo que elegir entre Dominik Greif y Leo Román. Con esos culebrones resueltos, Pablo Ortells (director de Fútbol en el Mallorca) tenía que ponerse manos a la obra. Una exigencia de Arrasate era el de rejuvenecer la plantilla, y sobre el papel no defraudó: Pablo Torre, Lucas Bersgtröm, Mateo Joseph y Jan Virgili no superan ni los 23 años. Además, hay que añadir la incorporación de Marash Kumbulla. Esos fueron los cinco fichajes que el Mallorca, tras un final de temporada desastroso, firmó para el nuevo curso. Insuficiente.

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A Jagoba Arrasate se le termina el crédito. Al Mallorca le cuesta mucho sacar los partidos adelante y el juego no es, ni mucho menos, el esperado por la afición tras cerrar el ciclo con Javier Aguirre. Con el mexicano, pese a ver un fútbol aguerrido, se sentía una seña de identidad. Ahora los bermellones son incapaces de reconocer a su propio equipo. Y todos ellos, que expresan sus opiniones a través de las redes sociales, no señalan directamente a Arrasate (que algunos sí, y con parte de razón); señalan a la propiedad y a las personas dedicadas a fichar. Y es que en Riazor, la falta de calidad en el banquillo o el hecho de tener una profundidad de plantilla competitiva, ha lastrado por completo.

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Porque el primer error del Mallorca fue no aprovechar el mercado de fichajes. Cinco incorporaciones tras un final de temporada tan desastroso no era suficiente, y el tiempo ha terminado corroborando esas sensaciones. Pese a la explosión de Jan Virgili en Primera División, pese a ver a Vedat Muriqi tercero en el 'pichichi' con nueve goles o con nombres como Omar Mascarell o Sergi Darder sobre el césped: el Mallorca sigue en crisis. La afición mallorquinista lo sabe. Sabe que en invierno tienen que llegar nuevas caras para no sufrir más este curso. Porque la eliminación de Copa puede ser un mal menor, pero un nuevo descenso dejaría todo lo que el club construyó recientemente en un punto crítico.